La refinada Diana Chambers llega al bar Cheers acompañada de su novio y jefe, el profesor de literatura Summer Sloan. El hombre aprovecha la parada para realizar una llamada a su exmujer, pues le quiere pedir el anillo familiar para casarse con Diana.
Diana entra poco a poco en la rutina de Cheers y rápidamente se da cuenta de qué tipo de mujeres son las que le gustan a Sam para pasar las noches.
Nada más llegar a Cheers, Ed Kellner lanza una serie de improperios contra los Medias Rojas, el equipo de fútbol americano del que Sam había sido jugador estrella. Pero, curiosamente, el único que no se siente ofendido por estos comentarios es el propio Sam.
Sam está encantado con que un antiguo compañero del equipo, Dave Richards, que recientemente se ha convertido en periodista deportivo de televisión, venga a Cheers a entrevistar a Sam para su programa sobre viejas glorias del deporte.
La llegada de Lisa Pantusso alegra enormemente al entrenador ya que no ha visto a su hija desde hace algún tiempo. El problema es que también Sam está encantado con ella.
Rebecca Prout acaba de sufrir un duro golpe al romperse su relación sentimental con un hombre inteligente. Cuando llega a Cheers, Rebecca le confiesa a Diana que está buscando a un hombre con poco cerebro.
Norm es elegido como maestro de ceremonias de la fiesta anual de su empresa. Ante tal responsabilidad, Norm tratará de impresionar a su jefe.
Carla y Diana se pasan todo el día discutiendo, sin nada agradable que decirse. Todo cambia en el momento en que Carla se decide a confiar en Diana y le cuenta un secreto sobre uno de sus embarazos.
A pesar de que ha transcurrido mucho tiempo desde que el entrenador no tiene ninguna cita, poco a poco comienza a sentirse atraído por una de sus vecinas, Ninda Bradshaw.
Rick Walker, uno de los pitchers de los Medias Rojas, llega a Cheers totalmente abatido y desanimado, porque los aficionados están su contra.
Kevin, un joven que está a punto de ingresar en un convento, llega a Cheers para disfrutar de su última aventura amorosa con una botella.
Eric Finche, un auténtico 'gentleman' inglés, lleva algún tiempo acudiendo a Cheers para contar historias sobre su pasado como agente secreto durante la Segunda Guerra Mundial.
Cuando la atractiva agente comercial de televisión Lana Marshall llega a Cheers se siente rápidamente atraída por Sam. Y, como es habitual, para conquistar a Sam no hace falta esforzarse mucho.
Diana se encuentra totalmente hundida. Su gata, Elizabeth Browning, acaba de morir, y la camarera no logra sobreponerse a su pérdida.
Carla vuelve a quedarse embarazada, pero esta vez está dispuesta a encontrar a un hombre que asuma la responsabilidad como padre.
Sam, que siempre disfruta hablando de su pasado, se muestra encantado de que un antiguo compañero de habitación y de equipo, Tom Jackson, le haya pedido que organice una fiesta en Cheers con motivo de la publicación de su autobiografía.
Sam y Diana se ven inmersos en una de sus típicas disputas en las que el uno se dedica a criticar las citas del otro y viceversa. Sin embargo, esta no va a ser una discusión como las demás.
Creyendo hacer lo correcto, Sam inscribe a Diana en el concurso de Miss Camarera de Boston que tendrá lugar en Cheers. Evidentemente, Diana no estará demasiado de acuerdo.
Los habituales de Cheers se llevan una buena sorpresa cuando se enteran de que el entrenador ha contraído una deuda de 8.000 dólares por mezclarse en asuntos turbios junto a su amigo George Wheeler.
La madre de Diana, Helen, llega a Cheers con un ultimátum: si Diana no se casa en menos de 24 horas Helen perderá la herencia que le tiene que dejar el padre de Diana.
Derek, el hermano de Sam, aparece en Cheers, e inmediatamente impresiona a todo el mundo.
Diana sigue saliendo con Derek; mientras, Sam se refugia en una vida social cada vez más activa para así poder olvidarse de ella.