Huevos de oro

A Benito González, un hombre ambicioso, le pierden las mujeres y los Rolex de oro. Tras acabar la mili, se traslada a Benidorm, donde sueña con construir un edificio que lleve su nombre. Todas estas aspiraciones se ven truncadas por un accidente de coche.

Sátira nada sutil de algunas señas de identidad cultural españolas, lo que se conoce como auténtico 'made in Spain'. Rodada con una mezcla de planos generales y primeros planos, "Huevos de oro" dio un paso más en la peculiar estética del director catalán, siempre obsesivamente relacionada con la comida y el sexo.

Destaca la excelente interpretación de Javier Bardem, actor fetiche de Luna, que ya había intervenido en dos de sus películas ("Las edades de Lulú" y "Jamón, jamón") y que más tarde repetiría con "La teta y la luna". El filme obtuvo el premio especial del jurado en el festival de San Sebastián; Bardem, mientras, fue candidato al Goya al mejor actor.