Despedidas

Un ex músico decide volver a su pueblo natal para empezar una nueva vida junto a su mujer. Sin saber cómo, acaba en un negocio que consiste en preparar los cuerpos de los muertos antes del entierro.

Una de las grandes sorpresas de los Oscars de 2009. "Despedidas" logró hacerse con la estatuilla de la Academia a mejor película de habla no inglesa contra pronóstico, puesto que se perfilaban como ganadores "Vals con Bashir", que consiguió un Globo de Oro, o la francesa "La clase". Con un tono algo excéntrico y una eficiente mezcla entre lo dramático y lo cómico, "Despedidas" tardó 10 años en materializarse definitivamente. El director, Yôjirô Takita, asistió a numerosos funerales para lograr comprender los sentimientos de los asistentes, puesto que en Japón la muerte es un importante tabú social. Además, el actor protagonista, Masahiro Motoki, estudió el arte de amortajar y asistió a clases de violonchelo para preparar correctamente su papel.

Cabe decir que, como corresponde a un buen filme oriental, el ritmo de la cinta es pausado. Además, se da gran importancia al lenguaje corporal, ya que los gestos en el filme revelan una delicadeza total en el trato al cuerpo humano.