La terraza del Room Mate Óscar hotel, en Chueca, ayer por la tarde
La terraza del Room Mate Óscar hotel, en Chueca, ayer por la tarde - INMA FLORES

Las piscinas más exclusivas del cielo de Madrid

Con la llegada de la ola de calor, las azoteas más glamurosas de la capital ofrecen a sus clientes un chapuzón de vértigo

MADRID Actualizado: Guardar
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Si usted es de los que no duda en pegarse un buen chapuzón cada vez que llegan las altas temperaturas, debe saber que está de enhorabuena. Con la primera ola de calor a la vuelta de la esquina, las piscinas de Madrid volverán a ser un hervidero -valga la metáfora- de bañistas urbanos en busca del relax necesario para escapar de la sofocante rutina. Y nada mejor que combatir el estrés si es desde las alturas. Desde hace años, son varios los edificios que ofrecen en sus azoteas el mejor combinado posible: vistas espectaculares... sin necesidad de salir del agua.

Ubicada en el corazón de Chueca, la terraza del Room Mate Oscar Hotel (plaza de Pedro Zerolo, 12) emerge como un oasis abierto a todo el público.

La remodelación y posterior decoración -a cargo del reconocido interiorista Tomás Alía- llevada a cabo dos años atrás, dio un giro radical a la estética del espacio, convirtiendo la octava planta del hotel en uno de los espacios más chic de la ciudad. Dadas las reducidas dimensiones de la piscina, su entorno chill out es la atracción más sugerente entre los visitantes. Por si fuera poco, sus espectaculares vistas de 360 grados permiten contemplar todo el skyline de Madrid. Horario: de lunes a domingo, de 19: 30 a 2 horas.

Nadar unos largos

Con la Gran Vía, el Palacio Real y la Catedral de la Almudena como telón de fondo, la piscina del Hotel Emperador (Gran Vía, 53), es ya todo un clásico del cielo madrileño. Su gran tamaño ofrece a los huéspedes del hotel la posibilidad de nadar unos largos, un hecho no muy habitual en este tipo de espacios. Destaca, además, por albergar un discreto solárium, donde los bañistas podrán recuperar fuerzas sin necesidad de permanecer sumergidos en el bullicio. Abierta de mayo a septiembre (todos los días de 10 a 21 horas), las personas no alojadas tienen también la posibilidad de subir, previo pago de una tarifa: de lunes a jueves, 48 euros y viernes, fines de semana y festivos, 63 euros.

La reconversión de los antiguos cines Luna en un «lounge resort» ha devuelto la vida a un edificio que alberga una de las terrazas más espectaculares del barrio de Malasaña. En el ático de Gymage Lounge Resort (calle de la Luna, 2), la trepidante inmediatez del día a día queda suspendida en pro de un placentero descanso con todo tipo de servicios y atención personalizados. Habilitada para su uso y disfrute durante los 365 del año, la piscina y el solarium conforman una postal de ensueño con cierto toque futurista. El espacio está abierto a todo el público, desde las 12 horas del mediodía hasta pasada la madrugada.

Bajo el diseño de la reconocida arquitecta Teresa Sapey, la azotea del Hotel Índigo (calle de Silva, 6) es otra de las opciones más apetecibles para disfrutar de un día total de desconexión. La terraza, que reproduce un bosque artificial acompasado con una amplia y divertida decoración de colores, esconde una piscina de vértigo solo apta para los más intrépidos. Abierta en verano, y exclusivamente para huéspedes, la bautizada como «infinity pool» es un paraíso ideal para refrescarse a espaldas de la Gran Vía. Horario: todos los días de 10 a 20:30 horas.

También en la populosa avenida madrileña se levanta el Hotel Santo Domingo (calle de San Bernardo, 1), desde cuyo «tejado» aparece una de las mejores panorámicas del Palacio Real. Por si fuera poco, la piscina del recinto posee un doble atractivo. En primer lugar, su cortina de agua permite a los bañistas más tranquilos recibir un reconstituyente masaje cercival ideal para ahuyentar el estrés. Mientras que, por otro lado, su sistema de nado a contracorriente dota a los nadadores más resistentes de una alternativa para poder llevar a cabo tantos largos como deseen. La piscina mantiene abierta su temporada de baño para clientes alojados en el hotel hasta el 15 de septiembre, de 11 a 19 horas.

Cuadrigas a la vista

A menos de cinco minutos de la Puerta del Sol y del paseo del Prado, la última planta del Hotel Urban (Carrera de San Jerónimo, 34) descubre una coqueta piscina rodeada de tumbonas de uso exclusivo para los clientes. Además del típico remojón, los bañistas podrán disfrutar de magníficas vistas a la famosa Puerta de los Leones del Congreso e, incluso, contemplar las esculturas de las dos cuadrigas que coronan la antigua sede del Banco de Bilbao. Horarios: lunes de 12 a 20 horas. De Martes a Sábado de 12 a 3 horas. Domingo y Miércoles de 12 a 2 horas. Abierto sólo durante la temporada de verano.

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