Juanma Moreno, de candidato a líder

Juanma Moreno ha sido proclamado este último fin de semana presidente del PP andaluz y candidato a la Junta con el apoyo del 95 por ciento de los compromisarios que participaron en el congreso de Málaga. Su elección, a la que no ha concurrido otro rival, se ha realizado sin crítica alguna y entre mensajes de unidad. Ha tenido además las manos libres para nombrar a la Ejecutiva que ha creído conveniente, sin hipotecas ni cuotas territoriales. Incluso Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santa María, además de Zoido, han participado en el cónclave malagueño para mostrar su convencimiento de que Juanma Moreno no sólo es el mejor candidato sino que va a convertirse en el primer presidente popular de la Junta de Andalucía.

Para ello va a tener una oportunidad, una segunda oportunidad, que algunos, a la vista de las circunstancias que concurren, no dudan en calificar de histórica.

En efecto, Juanma Moreno, una vez superado el estigma del dedazo de Rajoy, no sólo va a llegar a las elecciones con el respaldo unánime y sin fisuras de su partido sino que por primera vez en la historia de la autonomía andaluza no va necesitar la mayoría absoluta para gobernar. Le bastará ganar y que PSOE y Podemos no sumen la mitad más uno de los diputados. Es más, con un PSOE abierto en canal es posible que ni siquiera tenga que enfrentarse a Susana Díaz en las próximas autonómicas sino a quien la sustituya cuando la presidenta sea secretaría general de su partido. El desgaste de los 38 años de gobiernos socialistas ininterrumpidos y la propia situación de Andalucía, que pierde comba con las regiones más desarrolladas en casi todos los aspectos también juegan a favor del candidato del PP.

Y, sin embargo, con esta suma de circunstancias favorables para Juanma Moreno las encuestas más optimistas dan en la actualidad empate técnico entre PSOE (tendencia a la baja) y PP (tendencia al alza) en Andalucía. Derrotar con una mayoría suficiente al Partido Socialista con todo su aparato de poder y de redes institucionales y clientelares en su propio feudo es un reto posible pero que sigue siendo muy complicado, con o sin Susana. Que nadie se llame a engaño. La oportunidad histórica que se le presenta a Juanma Moreno sólo cristalizará si es capaz de motivar a los andaluces, a los suyos y a los desencantados. Y eso sólo se puede conseguir desde un liderazgo potente y comprometido con los problemas de los ciudadanos. Ese paso de candidato a líder es el que aún le falta a Juanma Moreno. Es un gran candidato. Pero eso a partir de ahora no basta. Necesita convertirse en un líder político que devuelva la ilusión a la gente. La ilusión de que otra Andalucía es posible.

@aybarrapacheco