Álvaro Ybarra

El declive andaluz, según Europa

El proceso de convergencia con la UE de Andalucía se detuvo en vísperas del comienzo de la crisis y ha retrocedido desde entonces en quince años

Andalucía cuenta con una tasa de paro del 28,9 por ciento Juan Flores

Álvaro Ybarra

En la espera de la respuesta de Puigdemont ha pasado desapercibido el VII informe sobre cohesión económica, social y territorial de la Unión Europea. Dicho informe, presentado el pasado lunes por la comisaría de Política Regional de la CE, Corina Cretu, compara las disparidades entre las regiones europeas, basándose en variables como el PIB per capita, la tasa de desempleo, las inversiones en innovación o la calidad de la gestión de sus gobiernos. Las conclusiones del estudio señalan que Andalucía, al igual que las regiones menos desarrolladas de Grecia, Portugal e Italia, se ha estancado pese a las ingentes inversiones realizadas a través de los llamados fondos de cohesión, que, en el caso andaluz, superaron los 45.700 millones de euros entre 1986 y 2016. El proceso de convergencia con la Unión Europea de Andalucía se detuvo en vísperas del comienzo de la crisis y ha retrocedido desde entonces en quince años, alejándonos considerablemente de los parámetros medios de la UE en casi todas las mediciones.

Esta situación de depresión de nuestra comunidad, cuyo indicador más representativo es una tasa de paro del 28,9 por ciento, se ha agravado tras el paso de Andalucía de «región Objetivo 1», con prioridad a la hora de recibir fondos estructurales, a «región en transición». La disminución de los fondos comunitarios unida a la caída de la inversión pública tanto nacional como regional han influido decisivamente para que nuestra comunidad retroceda en la convergencia con la UE. Pero no sólo la caída de la inversión justifica este proceso. La inconsistente estructura económica de la comunidad, su escasa apuesta por la innovación, la falta de reformas de calado por la deficiente gestión del gobierno regional y el excesivo gasto público son también elementos que han decantado el retraso andaluz.

El informe ha sido acogido por los responsables de la Junta con indiferencia. En vez de darse por aludidos han puesto paños calientes a la situación retorciendo las estadísticas y, en último lugar, culpando a Rajoy del recorte de las inversiones públicas. Para colmo el presupuesto regional de 2018, que saldrá adelante con el apoyo del PSOE y Ciudadanos, es marcadamente continuista y prima las políticas de gasto social sobre las de empleo, lo que sin duda contribuirá a empeorar la situación. Hoy, sin embargo, hablará Puigdemont y el Gobierno habrá de contestarle, con lo que el declive lento y constante de Andalucía pasará a ser una anécdota en el panorama político nacional.

@aybarrapacheco

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