Álvaro Ybarra

Andalucía como coartada de Cataluña

Podemos utiliza el símil andaluz para disimular su injustificable apoyo a la ruptura unilateral de España que lideran los radicales

Cabecera de la manifestación del 4 de diciembre de 1977 en la calle San Fernando ABC
Álvaro Ybarra Pacheco

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Dirigentes de Podemos han tratado de identificar en estos días de zozobra política el referéndum andaluz de 1980 con el catalán de 2017, el del censo universal e ilegal. De entrada hay que aclarar que el referéndum que dio acceso a la autonomía plena a la comunidad andaluza no se celebró el 4 de diciembre (4-D) como sostuvo Pablo Iglesias haciendo gala de su profunda ignorancia sobre la historia reciente de España. El 4-D se conmemora la fecha de 1977 en la que miles de andaluces se echaron a la calle para pedir autonomía. El 28 de febrero (28-F), día oficial de Andalucía, es cuando se celebra el aniversario del referéndum de 1980, aquel en el que 2,4 millones de andaluces, el 55 por ciento del censo, votaron para que Andalucía desarrollara su capacidad administrativa de autogobierno por la misma vía que las llamadas comunidades históricas. Es cierto que en una de las ocho provincias, Almería, los votantes no superaron el 50 por ciento del censo, lo que obligó posteriormente a modificar previa negociación de todos los partidos una ley orgánica. Pero también es verdad que a las llamadas comunidades históricas se les concedieron los mismos derechos que a Andalucía sin necesidad de celebrar votación alguna.

El referéndum andaluz del 28F, que dio lugar al «café para todos», no se convocó para contentar el afán independentista de los andaluces, que no existía, sino para reclamar la igualdad de Andalucía con otras regiones de España que gozaban de privilegios históricos. O sea, que el pueblo andaluz votó por una España igualitaria y no por la independencia de la región, algo que no entraba en cabeza alguna. Independientemente de que el «café para todos», incluso para los que no lo habían pedido, sea considerado hoy por muchos un gran error político, lo cierto es que Andalucía ha ejercido durante todos estos años como factor de moderación de España ante las tensiones provocadas por los nacionalistas vascos y catalanes.

Podemos utiliza el símil andaluz para disimular su injustificable apoyo a la ruptura unilateral de España que lideran los radicales anticapitalistas y una cierta burguesía epatada por el delirio independentista. Pero nada más. La coartada del 28-F o del 4-D no es más que un vano intento de confundir a la gente. Aquí y ahora el principal problema de España es el futuro de Cataluña, que ha empezado a definirse con la irreprochable aplicación del Artículo 155 de la Constitución. De los logros de la autonomía andaluza seguiremos hablando en ocasión más propicia.

@aybarrapacheco

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