Sastrón se enfrenta a una moción de censura prevista para la semana que viene
Desconvocó la Junta Directiva que quería revocar una decisión suya y ahora se recogen firmas para acabar con su mandato
Miembros de la Junta Directiva de la SGAE han puesto en marcha una recogida de firmas para lanzar una moción de censura contra José Miguel Fernández Sastrón , según ha sabido ABC de fuentes de la entidad. La batalla por un imperio que recauda anualmente entre 250 y 350 millones vive uno de sus momentos más delicados.
Corren tiempos de agrios enfrentamientos en la SGAE. Su banda sonora es estos días ensordecedora. Resuenan tambores de guerra en la entidad que gestiona los derechos de los autores musicales y teatrales, como si de una película bélica se tratase. Los autores ya se han divido en bandos y se han movilizado en torno a sendos manifiestos, con declaraciones arrojadas de un campo a otro .
Firmas contra Sastrón
Desde ayer están recabando las firmas de los miembros de la Junta Directiva , máximo órgano de gobierno de la sociedad, formado por 39 personas . Fuentes internas consideran muy probable que se llegue a sumar a 22 o 23 miembros antes del lunes, lo que permitiría convocar una Junta extraordinaria para plantear la moción de censura y destituir al presidente .
Los miembros de una Junta Directiva de la SGAE se han sentido ninguneados por un comunicado del secretario general, Carlos López Sánchez, en el que vaciaba de contenido la reunión que solicitaban celebrar hoy día 8 de septiembre, después de las tensiones vividas en los meses de junio y julio. Y por la discusión vía mail que ha seguido a dicho comunicado.
Como se recordará, exigieron en julio la celebración de una Junta extraordinaria para tratar de revocar el despido de la Jefa del Departamento de Socios, Carmen Pacheco, persona querida en la entidad por haber estado muchos años en ese departamento, que depende directamente de la presidencia y es muy sensible en los momentos clave de la entidad. Lo cierto es que la dependencia de Socios de la presidencia fue ratificada el pasado mes de febrero y la Junta Directiva no está de acuerdo con el despido de Pacheco .
La carta del secretario Carlos López, recibida por todos los miembros de la junta «vacía de contenido las capacidades de un órgano tan importante como es la Junta Directiva». López argumenta en el comunicado, al que ha tenido acceso ABC , que es el presidente quien controla el orden del día de los órganos de gobierno y por ello le trasladó la petición de los miembros de la Junta de tratar la revocación del despido y el paso de Socios a depender de otra instancia de la SGAE y no directamente de presidencia.
En su argumentación cita repetidamente los estatutos para recordarles, por encargo del presidente, que es el Consejo Directivo quien aprueba los organigramas de la SGAE y que eso ocurrió el 24 de febrero pasado, con lo que «la Junta Directiva carece de facultades para modificar una decisión legítimamente adoptada en el seno del órgano competente». También les recuerda a los miembros que solo la dirección general y la secretaría general son los cargos que precisan de acuerdo de la Junta para su designación o cese. Y a renglón seguido explica que el despido ha seguido el curso de otros similare s en el pasado que afectaron a otros jefes de departamento.
Qué ocurrirá a partir del lunes
Ese comunicado provocó una discusión de sutilezas estatutarias que pone de relieve que los miembros de la Junta están más divididos que nunca. Por ello llegarona plantear responsabilidades penales ante el bloqueo del secretario general de las demandas pactadas por una probable mayoría de la Junta. «Sastrón no quería que se tratase en el orden del día de esos problemas sobre el despido sino que quería obligar a una votación de confianza. Ahora tendrá una moción de censura», opinaba para ABC un miembro de la Junta, que pidió no ser identificado.
Según varias de las fuentes consultadas, ahora falta saber si el lunes están las 20 firmas necesarias para convocar la junta y, de ser así -algo que parece plausible según las mismas fuentes- se producirá una votación para destituir con un voto de censura al presidente y al secretario general. Sastrón y López deberían entonces dejar sus responsabilidades de inmediato.
Poco riesgo de elecciones
Sin embargo no es probable que, de producirse el cambio, se llegue a una convocatoria de elecciones entre los socios. «Lo más probable es que se elija a un presidente de manera interina , que debe salir, con toda probabilidad del colegio audiovisual o del de gran derecho, que reúne a los dramaturgos», confiesa otro de los conocedores de la vida interna de la SGAE.
¿Por qué no un músico? «Porque esta crisis ha sido provocada por la llamada "rueda de las televisiones" y el fraude denunciado que ha provocado el proceso en la Audiencia Nacional, y porque casi la totalidad de los miembros de pequeño derecho, el colegio de los músicos, tienen intereses en la "rueda"». Así que no habrá mayoría alrededor de los músicos esta vez, según apuntan varias de las fuentes consultadas. Aunque algunos dicen que queda algún nombre prestigiado y ajeno a la «rueda», como Joan Albert Amargós , con el problema de que nunca ha querido una responsabilidad como esa.
Queda un año y medio de mandato actual y en las próximas elecciones no van a repetir la mayoría de los miembros actuales de la Junta Directiva. Por ello, las fuentes se decantan por una solución intermedia. Si llega a producirse la moción de censura, habrá una mayoría alrededor de alguien del colegio audiovisual o del de gran derecho. En ese colegio audiovisual está José Luis Acosta , el guionista que asumió la presidencia y al que Sastrón venció gracias al apoyo de quienes más votos habían adquirido gracias a la «rueda». Quién sabe si podría repetir él o si se votaría a otro miembro de ese colegio.
Sea como fuere, fuera de los muros de los órganos directivos, la guerra continúa. Manifiestos, intereses contrapuestos, recaudación y reparto. Un cóctel que hoy resulta explosivo . Pocos han quedado al margen, aunque algunos aún esperan acontecimientos antes de tomar partido. Pero los bandos están ya cavando las últimas trincheras que presidirán en inicio de las hostilidades.
