El fototrampeo y los radiocollares son las metodologías empleadas hasta ahora
El fototrampeo y los radiocollares son las metodologías empleadas hasta ahora - IBERLINCE
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Lince ibérico: un dron apoyará el seguimiento de los ejemplares liberados

Los aparatos volarán a una altura que impida su detección por los felinos y permitirá conocer con más asiduidad sus movimientos, así como minimizar gastos

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Hasta ahora, el Proyecto Life+Iberlince para la «Recuperación de la distribución histórica del Lince ibérico (Lynx pardinus) en España y Portugal» se servía de dos metodologías para seguir al felino más amenazado del planeta:

1. El fototrampeo puede determinar por dónde se mueven los ejemplares de lince ibérico (cómo de amplio es su territorio) y su estado físico. Este sistema de seguimiento supone la base para obtener cada año los datos que permiten a Iberlince ofrecer un censo total de la especie.

2. Los radiocollares son de dos tipos: 2.1) los collares GPS brindan información precisa del lugar dónde se encuentran los linces y permite a los técnicos estudiar el uso del espacio y las vías de conexión entre núcleos de población.

2.2) Y los collares convencionales o VHF, que son menos precisos: están muy condicionados por la orografía del terreno y precisan una búsqueda activa por un operario en el campo de los linces y su localización mediante triangulación por medio de la señal recibida a través de una antena.

Tras el Convenio de Colaboración firmado por la Consejería de Medio ambiente de Junta de Andalucía con las empresas Enel Green Power España y Microsensory se añadirá un dron al seguimiento de los linces.

El objetivo que persigue Iberlince, tal y como indican desde el programa en una nota, es el diseño de un prototipo de avión no tripulado que, dotado de un receptor específico para recibir la señal de los collares VHS, permita a los técnicos, mediante un software específico, marcar el tipo de vuelo, la altura y la forma de localizar a los ejemplares, de forma que se mejore la información recibida y minimicen los gastos de vehículos, combustible y tiempo.

«Los aparatos volarán a una altura que impida su detección por los linces y nos permitirá conocer con más asiduidad los movimientos de los ejemplares», aseguran.

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