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Los mayores de 65 años triplican el número de fallecidos por millón de conductores en España

Casi la mitad de los ciclistas fallecidos en zona urbana eran usuarios senior

MADRID Actualizado: Guardar
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El 18 por ciento de la población española se compone ya de personas mayores de 65 años. Las previsiones para las próximas dos décadas apuntan a que este porcentaje va a llegar al 30% del total.

Llevado estas cifras a sus repercusiones en materia de movilidad, no resulta extraño constatar que los «senior» están incorporando nuevos hábitos de movilidad, ya sea como conductor, como peatón, y cada vez más como usuario de bicicleta.

Y en consecuencia, el ratio de fallecidos tanto en población como en el censo de conductores es mucho mayor que la media.

Durante al año 2014, según datos de la DGT, 477 personas mayores de 65 años fallecieron como consecuencia de un accidente de tráfico.

Si tenemos en cuenta las previsiones anteriores, el número de víctimas mortales podría alcanzar la cifra de 800 personas mayores de 65 años. Por eso, es importante conocer el perfil del senior, sus hábitos de movilidad y proponer soluciones para reducir el riesgo.

Por esta razón, el RACE y Liberty han puesto en marcha una campaña de formación en movilidad 3600 que pretende mejorar su formación y su seguridad.

El análisis de este colectivo, en la actualidad, muestra como los mayores de 65 años suponen casi un tercio de los fallecidos en accidente de tráfico, siendo el ámbito urbano el lugar más peligroso, con casi el 40% de los muertos por siniestros viales.

Si se tiene en cuenta a la población senior, el ratio de víctimas por accidente de tráfico por millón de habitantes alcanza la cifra de 56,6, frente al 37,6 obtenida para la población entre 30 y 64 años, 1,5 veces superior. Y si se estudian las cifras de conductores fallecidos en turismos por millón de habitantes en España, el ratio de mortalidad senior llega a la cifra de 44,5, frente al 15,5 de la población mayor de 30 años, lo que supone tres veces más.

Para evitar reducir estos porcentajes de accidentalidad y mortalidad, Liberty y RACE proponen una campaña en la que se aborda una estrategia de formación integral para los miembros de este colectivo de edad.

Como conductores, los mayores de 65 años presentan altas cifras de siniestralidad en relación con la media del resto de grupos de edad. La nueva formación incluirá cursos de conducción en el Circuito del Jarama adaptados especialmente a este colectivo, incluyendo en su temario la seguridad activa y pasiva, los últimos adelantos tecnológicos incorporados en la industria del automóvil, los cambios físicos y cognitivos que se producen en las personas con el paso del tiempo y aquellas cuestiones que pueden ser relevantes para la mejora de la seguridad.

Emntre ellas, la ergonomía al volante para evitar la fatiga, los sistemas de ABS y control de estabilidad y su funcionamiento, así como otras actividades como la instalación de las sillas infantiles como responsables de la seguridad de sus nietos, con los cuales comparten casi un tercio del día en la mayoría de los casos, o incluso la colocación del equipaje en el turismo.

En la parte práctica de los cursos, los conductores senior conocerán de primera mano las formas correctas de utilización del volante, así como el funcionamiento real de la tecnología que aporta el coche para su seguridad, como el uso del ABS, un elemento desconocido para muchos y que modifica en gran medida las explicaciones que aprendieron en su día en la autoescuela.

Un reciclaje teórico-práctico para conocer el funcionamiento y las limitaciones de la seguridad de los vehículos.

Otro aspecto que se incluirá en la formación en seguridad vial de los más mayores será la bicicleta. Como se ha visto, este modo de transporte tiene cada vez tienen más adeptos en las ciudades, por lo que resulta necesario incluir una sección dentro de la campaña itinerante «Movilidad senior, el camino de todos» que recorre distintasciudades españolas. Se informará a los ciclistas senior sobre las condiciones de seguridad que deben llevar los usuarios de esta práctica para tener una convivencia segura con el tráfico de vehículos.

La propuesta de clases supondrá también la formación sobre las necesidades de la bicicleta urbana, su mantenimiento, los elementos de seguridad necesarios y las normas de circulación que deben respetar frente a otros usuarios.

Por último, la campaña continuará su labor formativa ofreciendo consejos al colectivo senior como usuario peatón de la vía, teniendo en cuenta los riesgos con los que actualmente se enfrenta en las ciudades, como la accesibilidad, los tiempos en la regulación semafórica o el peligro de cruzar por zonas no señalizadas para el pasos de peatones, una de las causas más importantes de atropello en zona urbana.

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