Renault muestra en el Salón de Fráncfort dos grandes novedades. Por un lado, la familia Megane aparece con la nueva identidad en el campo de diseño de la marca y será una realidad en breve. Por otro, muestra un prototipo que aúna el diseño más creativo con la innovación para ofrecer el sucesor del Espace y que denomina Initiale Paris. Es la propuesta de monovolumen del futuro.
Con el concept-car Initiale Paris, Renault quiere un vehículo alto de gama. Los diseñadores apuestan por unas líneas exteriores que muestren fluidez, fuerza, color y luz. Con 4,85 metros de largo, se garantiza una gran habitáculo y la luminosidad de un monovolumen, por la generosa superficie acristalada y el techo inédito que juega con la luz pero con el dinamismo de una berlina gracias a sus enormes ruedas de 22 pulgadas y sus flancos esculpidos.
Más que nunca, los diseñadores han tenido toda la libertad para mostrar el estilo más avanzado. Se han inspirado tanto en los códigos de la arquitectura como de la aeronáutica. El contorno de las lunas laterales evoca la forma de una pluma mientras que la custodia trasera recuerda a la silueta de una cola de aeronave. En ella se alojan unas originales trampillas aerodinámicas que se despliegan lateralmente, como los flaps del ala de un avión, y con una cinemática sofisticada que contribuye a mejorar el comportamiento.
En el Initiale Paris, el techo llama poderosamente la atención. Es de aluminio y plexiglás y brinda homenaje a la ciudad de la luz con un grabado que dibuja el plano de París con sus barrios, sus grandes arterias y el Sena. La carrocería va pintada en color Amatista. Tiene la particularidad que pasa del negro metalizado a un tono ciruela púrpura luminoso según la luz y el ángulo con el que se mira. En los flancos y las llantas del coche aparece la letra "I".
La tecnología full LED de las ópticas en la parte delantera se caracteriza porque la luz diurna dibuja un paréntesis dentro de cada faro. Un mecanismo integrado provoca un parpadeo de luz que evoca el movimiento de los párpados. Las luces de la parte trasera, por su volumen y sus proporciones bien equilibradas, se posicionan tanto en el plano horizontal como vertical de la carrocería.
Para acceder al interior destacan las puertas, de apertura opuesta, y con un peldaño motorizado que se baja para facilitar la accesibilidad. Dentro de este concept, da la impresión de viajar en un jet privado que se concreta nada más ver los asientos de las dos primeras filas, la palanca de velocidades perfilada, las guías luminosas que recorren el habitáculo y unos volúmenes que recuerdan, en el interior, las formas de la aeronave descubiertas en el exterior.
Asientos flotantes
Los asientos de las dos primeras filas, sin unión vertical con el piso y fijados en el túnel central, parecen flotar en el habitáculo. Este efecto está reforzado por la discreta articulación que une el respaldo con el asiento y deja pasar la luz entre uno y otro. El piso sorprende por la combinación de madera mate y aluminio. Esta marquetería contemporánea cobra un especial relieve - tanto en sentido literal como figurado - por el movimiento de ola que lo atraviesa con suavidad.
Al igual que los asientos, la instrumentación parece suspendida en el habitáculo. Desprovista de montantes laterales, la consola da cabida a dos pantallas que difunden vídeos e información sobre los puntos de interés de la ciudad. Estas pantallas siguen la curvatura de la superficie de la consola y parecen confundirse con su revestimiento en madera mate.
Un monovolumen premium debe contar con un buen equipo de sonido y el Initiale Paris lo lleva. La prestigiosa firma Bose, socio desde 2008, ha desarrollado un sistema de audio específico para este prototipo. La instalación acústica es discreta y va totalmente integrada. El reto técnico que asumió Bose anuncia la próxima llegada a la gama Renault del sonido Surround, una atmósfera sonora envolvente y realista, similar a la de un concierto en directo.
En el apartado mecánico, el Renault Initiale Paris incorpora el conocido motor Energy dCi 130. Sin embargo, los ingenieros lo han modificado y ahora ofrece más par (hasta 400 Nm) en un amplio margen de utilización. Ha sido gracias a dos turbos, uno pequeño para la parte baja del régimen y otro de mayor tamaño para mejorar la respuesta en la zona alta del cuentarrevoluciones. El resultado es bien brillante y el 90 % del valor del par está disponible desde 1500 r.p.m. En cuanto a la caja de cambios, dispone de la transmisión automática de doble embrague y seis velocidades que aporta incluso mejores condiciones dinámicas, con un consumo moderado.
Con un tamaño similar al de un Grand Espace, el concept-car Initiale Paris arroja en la báscula 250 kilos menos, lo que significa un 25 % menos de consumo y una reducción de 40 gramos en las emisiones de escape para una motorización diésel equivalente.
Renault ha anunciado en Fráncfort que los productos que lleven la firma "Initiale Paris" ofrecerán un diseño cálido, materiales y acabados de calidad, un cuidado ambiente acústico así como una tecnología high-tech discretamente integrada. Por tanto, lo más probable es que la marca comercialice en un futuro cercano nuevos modelos con esas características.
