Heredando las ya contrastadas virtudes de sus dos “hermanos mayores” 208 y 308, el nuevo Peugeot 108 es elegante y refinado. Su diseño, sus múltiples posibilidades de personalización y su equipamiento tecnológico y de seguridad de última generación le confieren una personalidad única en su categoría. Diseño, calidad, equipamiento, motores, todo se ha tenido en cuenta para que el conductor perciba a los mandos las sensaciones de un coche del segmento superior. Con 3,47 metros de largo y 1,62 de ancho y su radio de giro de solo 4,80 metros, el hábitat natural del nuevo 108 es el tráfico urbano.
En el frontal, el nuevo diseño rompe los moldes del modelo anterior, integrando los faros de led con luz diurna en la carrocería. Por su contorno achaflanado, el junquillo de la parrilla parece tallado en el bloque de la carrocería. El “león de Peugeot” se sitúa justo encima, aposentado entre los dos pliegues del capó.
De perfil, la compacidad del coche se pone de manifiesto mediante los reducidos voladizos de la carrocería. Pero es un coche que facilita el acceso a bordo con unas puertas que van, casi, de una rueda a otra. Junto a los parachoques de líneas horizontales, los nuevos pilotos traseros contribuyen a dar una imagen de mayor aplomo al nuevo Peugeot 108. El gran portón acristalado se extiende desde el pequeño alerón de techo que esconde las bisagras.
Concebido para un uso muy intuitivo, cada una de las zonas del habitáculo se dedica a una función concreta. Delante, el conductor se encuentra con una instrumentación concentrada para una rápida y fácil lectura. El bloque principal es solidario con la columna de dirección regulable en altura y está cubierto por una visera que garantiza su lectura en cualquier condición de luz. Está compuesto por un velocímetro analógico y una pantalla LCD situados de manera concéntrica. A ambos lados se colocan el cuentarrevoluciones y el indicador del momento óptimo de cambio de marcha.
La posición de conducción ideal se encuentra de forma rápida y fácil gracias a la regulación en altura de la columna de dirección y del asiento. Para poner en marcha el motor, con la tarjeta de arranque “manos libres” basta con presionar el botón en el salpicadero para iniciar el encendido. En algunas versiones, también es posible disponer de encendido automático de los faros. Finalmente, al insertar la marcha atrás, la cámara de visión trasera muestra en color en la pantalla táctil el espacio que hay detrás del coche para asegurar las maniobras.
El conductor puede acceder fácilmente a los diferentes mandos, para accionar los equipamientos agrupados en la consola central: pantalla táctil de 7 pulgadas, botón de puesta en marcha integrado en el sistema de acceso y puesta en marcha “manos libres”, además del climatizador automático. Tras el volante se encuentra el mando del limitador de velocidad mientras que la apertura de la trampilla del depósito de combustible y la regulación de los retrovisores eléctricos y térmicos se sitúan de manera accesible en el salpicadero.
Los pasajeros están protegidos por seis airbags de serie: dos frontales (el del pasajero puede desconectarse), dos laterales delanteros y dos de cortina que cubren las plazas delanteras y traseras. Finalmente, para la seguridad de los niños, las dos plazas traseras están equipadas con anclajes Isofix.
En las versiones del Peugeot 108 denominadas “Top”, al conductor le bastará con levantar la mano para localizar en el plafón el mando eléctrico del techo de tela y abrirlo. La apertura es 80 cm de ancho por 76 cm de largo. Además es posible ajustar la apertura del mismo en cualquier posición: tan solo sobre las plazas delanteras, sobre las cuatro plazas, etc. Un deflector se despliega automáticamente al desplegarse la tela para limitar los remolinos de aire dentro del habitáculo.
Al abrir el portón del maletero, la bandeja se pliega automáticamente contra la luneta y despeja un volumen generoso para su categoría: casi 200 litros de capacidad con el kit anti-pinchazos o 180 litros con rueda de repuesto. La carga se realiza sin esfuerzo gracias a su umbral bajo, de solo 77 cm, y a un espacio de un metro de ancho entre los pasos de rueda. El volumen inicial puede ampliarse hasta 750 litros gracias al abatimiento por mitades 50/50 de los respaldos traseros. Para ello basta con accionar dos tiradores a los que se accede desde el propio maletero.
El Peugeot 108 ofrece además numerosas posibilidades de configuración a gusto del cliente. Si se opta por el 108 “Top” podrá elegirse el color de la capota, para combinarla a voluntad con el color de carrocería elegido. Decidido el color, el cliente puede ir todavía más lejos en la definición de su Peugeot 108 gracias a los siete temas de personalización y a los tres ambientes interiores propuestos.
Los temas de personalización se componen de adhesivos exteriores, carcasas de retrovisores exteriores, adhesivos interiores, alfombrillas y carcasas de llave (mecánica, plegable o tarjeta manos libres), mientras que los tres ambientes interiores combinan los colores del panel decorativo del salpicadero y de la consola central.
El Peugeot 108 inicia una nueva era en el mundo de los automóviles urbanos con su gran pantalla táctil situada presidiendo el salpicadero. Opcional en el acabado “Active” y de serie en el “Allure”, esta pantalla de 7 pulgadas funciona como “interface” de la radio, del ordenador de a bordo y de los reglajes del vehículo pero va mucho más allá de estas funcionalidades. El usuario puede conectar un smartphone de dos maneras: por “Bluetooth” para las funciones de telefonía y de almacén de música del dispositivo o por “Mirror Screen” para las aplicaciones compatibles con el uso del coche, lo que permite controlar el móvil desde la pantalla táctil del coche: cualquier acción sobre ésta se reproduce en el teléfono. En función del modelo, las aplicaciones pueden controlarse mediante voz gracias a un sistema de reconocimiento vocal.
