/

El año que viene llegará al mercado la última generación del Ford Edge, el todoterreno de gama alta que se va a colocar como máximo exponente de los SUV de la marca del óvalo tras el Kuga y el EcoSport. El nuevo modelo, lanzado por primera vez en EEUU en 2007 y vehículo más vendido en su segmento, es lujoso, amplio e incorporará tecnologías como el sistema de Atenuación Activa de Ruido para disminuir el nivel sonoro en el interior del habitáculo.

Con el nuevo Edge, Ford quiere competir con los rivales premium europeos de mayor tamaño. Según datos de la marca, la cuota de penetración del segmento SUV en el mercado europeo se ha duplicado entre 2008 y 2013 pasando del 10 % al 21 %. Y el hecho es que sigue creciendo porque durante los primeros cuatro meses de este año, la cuota alcanza un 22,5 %. Además, las previsiones son aún más optimistas.

La propuesta es un vehículo grande, refinado, con buena capacidad para cinco plazas y con los últimos sistemas de asistencia al conductor. El nuevo Edge contará con dirección adaptativa, presenta en Europa la tecnología de Atenuación Activa de Ruido y la cámara de visión frontal.

En el primer caso, varía continuamente la relación de la dirección con la velocidad del vehículo, lo que mejora la respuesta en todas las condiciones. A velocidades inferiores, como en maniobras en una plaza de aparcamiento o en espacios reducidos, el nuevo sistema hace que el vehículo sea más fácil de girar. A velocidades superiores, el Edge reacciona con mayor suavidad y precisión a las órdenes del conductor.

El sistema de Atenuación Activa de Ruido utiliza tres micrófonos en la cabina y genera ondas sonoras opuestas dirigidas a través del sistema de audio que reducen el sonido del motor y el ambiente del habitáculo. La tecnología de la cámara de vista frontal permite evitar problemas en los cruces difíciles o que sea más fácil aparcar en las plazas de aparcamiento con visibilidad reducida mediante el uso de un sistema de cámara de 180º instalado en la parte delantera del vehículo.

El nuevo Edge cuenta con un diseño en el que destaca una prominente calandra delantera cromada, unos estilizados faros frontales led y faros traseros tridimensionales led con forma de hoja. Los pasos de rueda admiten unas grandes llantas de aleación ligera de 20 pulgadas. También cuenta con conductos especialmente diseñados en los lados del vehículo que crean una "cortina de aire" que mejora la aerodinámica a alta velocidad.

La estructura de la carrocería, reforzada con distintos tipos de aceros de alta resistencia, y el sistema de suspensión absorben y mitigan las irregularidades de la carretera. Destaca el sistema Integral-link en la suspensión trasera, de tipo independiente, que garantiza una conducción más agradable y dinámica. También se han mejorado los acabados interiores mediante el uso del vidrio acústico.

En el apartado de motores, Ford ofrecerá para el Edge europeo dos versiones del motor diésel Duratorq TDCi 2.0 litros. Una variante con 180 CV y 400 Nm de par con caja de cambios manual de seis relaciones y emisiones de 149 gramos por kilómetro. También se comercializará una segunda más potente, de 210 CV, con 450 Nm de par y emisiones de 159 gr/km de CO2, con cambio automático PowerShift de seis velocidades y levas en el volante que apunta a ser la más demandada.