La guerra de Ucrania se traducirá en coches un 3% más caros
Un informe de KPMG indica que los problemas logísticos de la guerra encarecerán aún más las materias primas
A pesar de vender un 1% más, las marcas aumentaron sus beneficios en un 168%
A pesar de que los países occidentales han puesto en marcha mecanismos de sanción contra Rusia como consecuencia de su invasión a Ucrania, el país sigue recibiendo ingresos de 285 millones de dólares diarios en sus exportaciones de petróleo a Europa.
Grupos medioambientales ya han señalado los peligros de seguir dependiendo de Rusia como proveedor de petróleo y de grano y aceite vegetal para fabricar, respectivamente, etanol y biodiésel, poniendo en riesgo el suministro alimentario de millones de personas. La guerra en Ucrania ha encarecido trigo, maíz, colza y aceite de girasol, fundamentales para la producción de carburantes.
Y las sanciones han dado lugar a lo conocido como «la mezcla letona» , una mezcla de petróleo que cuenta con un 49,9% de procedencia Rusa como método para esquivar el bloqueo. Desde la anexión de Crimea en 2014, las grandes petroleras europeas (Shell, BP y Total) han comprado casi 100.000 millones de dólares a Rusia, según datos de .
Pero estos no han sido los únicos materiales cuyos precios se han disparado. Algunos de los elementos clave que provienen de la región son el paladio —presente en la batería de los coches, cuyo precio recientemente superó los 100.000 euros por kilo —, el níquel, acero, aluminio, gas neón —usado en la manufactura de semiconductores— o el cableado de catalizadores.
Según un informe elaborado por la consultora KPMG, «el colapso de las rutas terrestres, las restricciones aéreas y la destrucción de infraestructuras marítimas en el Mar Negro han puesto bajo aún más presión a una cadena de suministro mermada por la pandemia».
Esto, de acuerdo con sus cálculos, supondrá un incremento en los precios de los vehículos entre un 2% o un 3% . «De no ser así», recalcan, «las empresas verían sus márgenes reducidos, haciendo peligrar sus cuentas de resultados».
En 2021, los fabricantes de automóviles se enfrentaron a parones productivos en sus fábricas debido a la escasez de semiconductores y solo consiguieron vender un 1% más que en 2020 —año en el que los concesionarios estuvieron cerrados durante meses por la crisis sanitaria—. A pesar de esto, su beneficio operativo conjunto se disparó un 168% , hasta cerrar el ejercicio con 134.241 millones de euros.
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