Marc Márquez en una imagen de archivo./AFP
Marc Márquez vive días felices. Hace dos semanas culminó en Australia con el título de Moto2 el año más difícil de su vida. En invierno sufría problemas de visión, secuela de un fuerte accidente en la carrera de Sepang del año pasado, y llegó a temer no poder volver a pilotar una moto de carreras. Afortunadamente, aquel mal trago queda ya muy atrás, y Marc ha podido continuar su flamante carrera de campeón motociclista con una temporada para enmarcar en la categoría mediana. Ahora espera relajado, con la satisfacción del trabajo bien hecho, la hora de llamar a la puerta de los más grandes: el próximo martes probará por primera vez una MotoGP. Pero antes, el campeón quiere despedirse de Moto2 ganando en un circuito que se le resiste, tanto desde que corre en el Mundial como en sus años en el CEV.
«Llegamos a un circuito que me gusta y en el que intentaremos dar el cien por cien. Ya no tenemos tanta presión porque el título está cerrado, pero siempre es una carrera importante porque corremos delante de nuestra afición y allí siempre se quiere ganar», afirma Marc, que tras no ganar en Sepang (caída) ni Phllips Island (donde aseguró el campeonato con un tercer puesto sin riesgos) quiere despedir el curso por la puerta grande. No lo tendrá fácil si el subcampeón, Pol Espargaró, está el nivel que demostró en Australia, donde se impuso con nada menos que 16 segundos de ventaja. «Es mi circuito favorito, y ya que el título se nos ha escapado quiero sumar otra victoria», afirma Pol.
Rins y Fenati pugnan por el 'rookie'
En Moto3, con Sandro Cortese coronado campeón desde hace tres semanas, dos españoles se jugarán el subcampeonato: Luis Salom y Maverick Viñales, con ventaja de nueve puntos para el balear. El catalán, que ganó el año pasado en Valencia la última carrera de la historia de 125cc, aún está pendiente de resolver su futuro, complicado por el contrato de dos años que le une a Avintia Racing, y su tajante decisión de romper con el equipo en Malasia.
Otro punto de interés es la pelea por el honor de mejor debutante, al que opta el catalán Alex Rins, cuarto en la clasificación general con cinco puntos más que el italiano Romano Fenati. El italiano ha ganado una carrera y ha subido otras tres veces al podio, pero el barcelonés, con un solo cajón, ha sido más regular y puede asegurar el galardón con otro buen resultado en una pista que conoce perfectamente del Campeonato de España.
