El público contempla una proyección en el Planetario sobre la llegada del hombre a la Luna
El público contempla una proyección en el Planetario sobre la llegada del hombre a la Luna - alejandro carra

El «SOS» del Planetario de Madrid: «Carmena, tenemos un problema»

El centro, que cumplirá 30 años en 2016, reclama al consistorio un millón de euros para su necesaria renovación

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En la explanada del Parque Tierno Galván, donde cada día corretean unos 600 escolares antes de adentrarse en el universo del Planetario de Madrid, durante la noche del pasado 28 de septiembre se congregaron 500 personas para disfrutar del Eclipse Total de Luna Roja. Esta cifra es diez veces mayor que el número de aficionados que se acercaron al observatorio astronómico de Berlín, uno de los más punteros de Europa. Pese a que el centro madrileño está a años luz del alemán, en lo que se refiere a equipos técnicos punteros, la atracción por la astronomía no deja de aumentar en la capital española: por esta institución municipal pasaron 163.780 visitantes en 2014. Mientras crece en popularidad, el Planetario, que no ha sido reformado en profundidad desde su inauguración en 1986, sigue a la espera de que el Ayuntamiento dé el «ok» para licitar unas obras de renovación que se acordaron hace más de un año.

El lavado de cara que necesita, aprobado por el anterior gobierno, el de Ana Botella, estaba previsto para mediados de 2015, para que la reapertura coincidiera con su trigésimo aniversario, en septiembre de 2016. Pero tendrá que esperar, al menos, hasta principios de 2017. «Tramitar algo con el Ayuntamiento se nos ha hecho muy complicado.La burocracia lo ha retrasado todo», cuenta a ABC la directora del centro desde hace 28 años, Asunción Sánchez. «La transformación es necesaria porque los equipos ya están obsoletos», se lamenta la también física teórica y veterana divulgadora.

Convenio público-privado

El convenio público-privado se firmó con la Fundación La Caixa en enero de 2014. La entidad se comprometió a destinar al Planetario un total de 3 millones de euros. Del total, una partida de 1,6 millones se invertirá en la adquisición de un proyector híbrido digital-óptico, con sistema fulldone, de última tecnología, que se instalará en el salón de actos, bajo la cúpula semiesférica.

El casi millón y medio restante que aporta la Fundación, se reserva para el desarrollo conjunto de proyectos culturales. Esta oferta, que ya está en marcha, incluye actividades de divulgación de disciplinas relacionadas con la astronomía y la astrofísica: talleres, proyecciones de películas propias y extranjeras, cursos y conferencias impartidas por científicos de alto nivel de la NASA y de la Agencia Espacial Europea, observaciones públicas con telescopios, entre otras.

Por su parte, el Consistorio solo tiene que cubrir el coste de las obras necesarias para hacer viable la instalación de ese nuevo equipo técnico de última generación. La tarea del Ayuntamiento también es la de sufragar los trabajos de adecuación en los accesos, comunicaciones, la sala exterior y los baños del recinto, además de mejorará la accesibilidad del complejo. En total, el Área de Cultura solo tiene que aportar 930.000 euros. Una partida minúscula en comparación al presupuesto municipal aprobado para 2015, que suma los 4.388,2 millones.

«El retraso no tiene que ver con La Caixa, porque ellos ya han comprado los nuevos aparatos. El problema es que se ha tardado un año y medio en que el Ayuntamiento sacara adelante el convenio suscrito y todavía falta que lo ejecute», dice con pesar la responsable del centro.

Si los plazos se cumplen esta vez, el Planetario cerrará en junio 2016, hasta que se vuelva a inaugurar la nueva infraestructura, en teoría, a principios de 2017. «Las obras están proyectadas para un plazo de seis meses, pero hay que probar los equipos, aprender a manejarlos, proyectar los programas...Las cosas de palacio van despacio», explica Sánchez. «Lo que está claro es que tendremos que retrasar la celebración de nuestro trigésimo aniversario», añade.

Su treinta cumpleaños no es una efeméride cualquiera en el calendario de los madrileños amantes de la astronomía. De hecho, el pasado 29 de septiembre, la dirección del Planetario recibió un ramo de flores para conmemorar su nacimiento.

«Es un gesto que nos emociona», expresa Telmo Fernández, astrofísico y subdirector de la institución, que destaca que se cuentan a miles los «amigos» del Planetario. Sus cuentas de Twitter y Facebook, con 37.000 y 10.000 seguidores respectivamente, dan fe de ello.

Ambos se muestran sorprendidos por la gran acogida y fidelidad del público. «Por la antigüedad de los equipo y los retrasos de los convenios no tenemos programación nueva. Sin embargo, 1.500 personas se acercaron aquí el fin de semana pasado a visitarlo, pese a estas circunstancias. Y eso es muy de agradecer», ejemplifica Sánchez.

Aforo completo en una hora

Apenas una hora y media después de que en la web del Planetario se cuelgue el programa de conferencias, el aforo queda completo. «A las 00.00 empiezan las reservas y a la 1 de la madrugada ya se ha llenado el cupo. Eso nos enorgullece y nos anima a seguir luchando por mejorar esto», cuenta con satisfacción el subdirector.

Precisamente, uno de los científicos más prestigiosos de la Agencia Espacial Europea encontró la vocación entre estos muros. «Para mí se cierra un círculo. Hace 14 años vine aquí a una conferencia de un científico.Ese día supe que me quería dedicar a eso y, hoy, 14 años después, estoy aquí dándola yo», dijo ante el abarrotado auditorio del Planetario.

Antonio del Solar, aficionado a la astronomía y técnico de mantenimiento de los telescopios del Planetario, también encontró en el observatorio otra vertiente a su vocación: la divulgación de los conocimientos sobre los astros que ha adquirido a lo largo de sus cuarenta años de experiencia.

«Disfruté mucho narrando el eclipse de la Luna roja. Te sientes recompensado cuando ves la mirada de los niños que se quedan atónitos mirando al cielo», expresa Del Solar, a quien le gusta bromear con que su apellido condicionó su destino.

«Es muy gratificante ver que todo lo que haces tiene una respuesta. Pasa cualquier cosa en la astronomía y al primer sitio al que llaman es aquí, porque en seguida les respondemos o les derivamos a algún especialista exterior. Es un icono para las ciencias del espacio. Se nota que es un centro vivo, aunque por fuera esté viejo», concluye Fernández.

Que el Planetario se que quedado anticuado es un hecho que salta a la vista de cualquier visitante. Ayer, varios carteles en los que se puede leer «estropeado» colgaban de algunas butacas de la sala principal, donde 50 proyectores de efectos especiales simulan el Sistema Solar con gran realismo. Una imagen que, pese a que no evitó el júbilo de los colegiales al disfrutar con la explicación audiovisual sobre las constelaciones, vale más que mil palabras.

Ver los comentarios