«Los barrenderos solo pasan una vez a la semana»

La basura se acumula desde hace tiempo en las calles de Madrid. Colillas y envoltorios decoran la zona de Las Ventas. Los periódicos de ayer pueblan la calle Alcalá y los restos del fin de semana se amontonan en la plaza de Isabel II. Nadie parece tener claro los motivos, ni siquiera desde el Ayuntamiento de Madrid, donde su respuesta es poco clara y evasiva.

Un vecino de la calle General Moscardó ha denunciado a este periódico el lamentable estado en el que se encuentra su barrio y lo difícil que es denunciarlo. Tras varias llamadas al 010 ha decidido darse por vencido. «Me dicen que ellos solamente dan el aviso y no pueden hacer más», ha explicado por teléfono.

«Pones la reclamación, te mandan la copia pero el plazo para contestar es de tres meses y en ese tiempo ya habrá ratas por las calles».

En la zona de Azca tienen una opinión similar y una respuesta a lo que ocurre: el barrio está sucio porque los barrenderos no pasan. Los trabajadores del Carrefour Express, en la avenida del General Perón, han admitido llevar dos meses barriendo ellos mismos los restos que se acumulan a la puerta del supermercado. «En la calle Orense sí hay baldeadoras echando agua, pero solo las he visto pasar el sábado por la mañana», explicaron.

Desde esta calle el panorama no es mucho mejor. «Esto es terrible. Solo pasan a limpiar una vez a la semana. Las basuras están llenas, los mendigos se hacen pis en los parques, tengo que echar lejía para que no huela», sostiene un empleado de hostelería de la calle Orense.

Según dice, antes se limpiaba unas tres veces a la semana, pero desde que redujeron el personal, la situación es insostenible.

En el centro de Madrid también hay quejas. A pesar de que zonas muy concurridas como la plaza del Callao, la Puerta del Sol o la Plaza Mayor están, aparentemente, limpias, las calles colindantes dan una impresión muy diferente.

«Hoy ha pasado un barrendero pero no pasan todos los días», ha explicado Valeria, empleada de una tienda de artesanía cerca de Arenal. «Los barrenderos recogen un poquitín y ya está, y si se queda bajo los coches lo dejan. Los trabajadores lo primero que hacemos es pasar la escoba», ha explicado esta ucraniana afincada en Madrid desde hace un año.

Desde el mítico Café del Real, en Ópera, denuncian que la plaza está «espantosamente sucia». Rosa, la encargada, explicó que desde que no pasa un camión para echar agua el centro está «lamentable». «Parte es culpa del Ayuntamiento, parte de los “niñatos” que vienen y se creen que la plaza es suya. Esto está fatal desde que pusieron el granito en la época de Gallardón», sostiene. Además, se quejan de que, durante el periodo electoral, sí se limpió la ciudad, a pesar de los recortes en el número de barrenderos.

Medidas que no llegan

El nuevo Ayuntamiento de Madrid se ha puesto como meta seis meses para limpiar la ciudad. Pero mes y medio después de que Ahora Madrid llegara a Cibeles, la ciudad continúa mostrando el mismo estado de suciedad. Las imágenes hablan por sí solas. La concejal del ramo, Inés Sabanés, ha definido la situación en este sentido como «calamitosa». Ha anunciado un plan de choque de urgencia que, a día de hoy, ni los madrileños ni los grupos de la oposición saben muy bien a qué conduce. Por ello, en el Pleno que se celebra hoy, el grupo municipal del Partido Popular preguntará a Manuela Carmena qué medidas piensa impulsar para favorecer la creación de empleo y el crecimiento económico en Madrid.