«Claro que merece la pena acoger a los demás»

Javier Castro Simancas es scout, y es el coordinador general de un grupo de doscientas personas que componen el voluntariado que se ha encargado de acoger a los peregrinos.

-¿Cuáles han sido las principales misiones de los voluntarios?

-Han hecho casi de todo. Desde guías turísticos, hasta preparar la vigilia y la eucaristía, montar el sagrario de Chapín, preparar el escenario donde tendrán lugar estos actos, enseñando la ciudad, las bodegas, llevando en coche a los peregrinos... De hecho, 80 de ellos participarán en la vigilia.

- ¿Por qué hay peregrinos en Jerez si las jornadas son en Madrid?

- Es una recomendación del Vaticano. Se pide a las diócesis del país que es sede que acojan a los peregrinos que van a venir, así mostramos nuestra cultura y nuestra forma de entender la fe. Son dos mil personas que han estado aquí, y que gracias a la buena acogida que han hecho los voluntarios se han ido encantados con la ciudad.

- ¿Todos son de Jerez?

- No. Esta acogida la organiza el obispado y hay voluntarios de todos los rincones de la diócesis. De hecho, a muchos de ellos les ha costado incluso el dinero.

-¿Y merece la pena el esfuerzo?

- Sí que merece la pena. Aquí estamos dando nuestro tiempo, un servicio. Incluso nos cuesta el dinero de nuestro bolsillo, pero lo hacemos por un servicio a los demás, por acoger. Imagina que dentro de dos años, que se celebrará en Brasil estas jornadas, fuéramos nosotros. Pues estamos seguros que nos acogerían igual. En casas de gente que igual no tiene casi ni para comer, como ha pasado en Jerez. Gente que no tiene nada, pero que te abre las puertas de su casa, de sus vidas, sin esperar nada a cambio. Claro que merece la pena, merece la pena abrir las puertas a los demás. Ser generosos en la acogida, enseñar tu ciudad, tus costumbres a quien viene lejos.

-¿Qué les queda por vivir a los peregrinos y a los voluntarios en nuestra ciudad antes de marcharse para Madrid?

- El plato fuerte es la vigilia de oración, la fiesta de los jóvenes. Para eso hemos trabajado sin descanso desde hace días, y todavía nos queda por delante la eucaristía de envío de peregrinos a Madrid. Pero la vigilia la hemos cuidado especialmente. Tendremos testimonios de gente de otros países, música, oración... Incluso habrá monjas de clausura que abandonarán por un día sus conventos para custodiar el Santísimo en el sagrario que se ha montado aquí en Chapín.

-Y tras la vigilia, la eucaristía...

- Está previsto que la eucaristía comience a las nueve y media de la noche, y tendrá una duración aproximada de hora y media. A las doce de la noche, todos los que vamos a Madrid nos montaremos en los autobuses y saldremos hacia nuestro destino. Todo lo que estamos haciendo aquí es preparatorio de lo que viviremos en Madrid.

- ¿Tenéis controlados cuántos jerezanos van a Madrid?

- Contando con los peregrinos que ya están aquí, la expedición jerezana se acercará a las dos mil personas. Y ahí metemos también a los voluntarios que nos han ayudado. Quiero que quede claro que no somos los scouts solo los que hemos colaborado en esto. Hay gente de hermandades, parroquianos que han acudido a la llamada y que han aceptado los trabajos que se les han ido encomendando.

- ¿Con qué te quedas de estas jornadas en Jerez?

- Con la implicación de los voluntarios y con los peregrinos. Con la unidad de la diócesis. Han sido voluntarios de todas las ciudades de la diócesis, Rota, El Puerto, Jerez... Han abierto sus casas gente sencilla, que no tenía en muchos casos nada más que un techo.