Gatos de nombres tan variopintos como Paulina Rubio, Bill Gates o Perlita de Huelva recorren las dependencias de su hogar. :: J. C. Corchado
Jerez

Felinos con renombre

María del Mar Parres reivindica el atractivo turístico de crear aquí un santuario para estos animales similar al que ya existe en RomaUna amante de los gatos convive con 51 mascotas con nombres de famosos

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Ruiz-Mateos es hijo de Dolly Parton y hermano de Cayetana de Alba. Al menos así sucede en el original mundo felino de María del Mar Parres, una vecina jerezana que convive con un total de 47 celebridades gatunas y cuatro perrunas: Ben Affleck, Tommy Hilfiger, Denzel Washintong o Barack Obama son algunos de sus nombres. Y curiosamente, el color de piel de estos dos últimos es también determinante para que los gatos adquieran sus nombres.

«Es por una cuestión práctica, para reconocerlos», cuenta María, a la que conocen en su entorno como 'la de los gatos'. En su casa acoge a medio centenar de animales, pero la cuenta no acaba ahí: «Tengo un local más abajo y un terreno en Caulina. En total serán unos 70». Y más cuidados que en un albergue o en un refugio, asegura. Lo único que dificulta que se constituya como asociación o refugio es que «hay que buscarse un abogado y es mucho papeleo».

La labor que realiza con los animales no es por ello menor: «Todos están capados y desparasitados, y con sus vacunas puestas». La dedicación que le pone al cuidado de los felinos obedece a una cuestión de amor por los animales, y por ello no tolera que se le considere un 'hobby'. Fe de ello lo da su propia casa, impecable e inodora pese a la gran cantidad de felinos: «Si dijeras que huele a lejía porque acabo de limpiar... pero es que ni eso».

Su historia con estas mascotas comenzó hace nueve años, cuando ayudaba a una anciana a limpiarle el patio: «Ella recogía a todos los gatos de la calle, y poco a poco iban criando más gatitos. Pero se puso enferma, y me los llevé a mi casa. Tuve que esterilizarlos a todos de una vez». Desde entonces, su vida cambió: «Yo antes tenía sólo cinco y viajaba muchísimo, una vez cada dos semanas. Pero todo eso se cortó radicalmente».

Este giro de 180 grados la llevó a dedicarse de lleno al cuidado de los animales, pero también a la venta de artículos gatunos por Internet. En su página www.twentycats.es pueden verse algunos de ellos, todos hechos a mano y con un tejido exclusivo para repeler los pelos y evitar arañazos: «Yo no sabía coser, cualquiera que me conociera me ve ahora y no se lo cree».

Reclamo para visitantes

Como en Roma, donde los gatos son patrimonio de la ciudad desde 2001, María del Mar quiere para Jerez algo similar a Torre Argentina, el santuario italiano donde conviven unos 250 felinos: «La gente paga por ir a verlos, les llama la atención». Por ello pide al Ayuntamiento la cesión de un terreno que, «con el patrocinio de bodegas» auspiciaría esta ciudad de los gatos. Mientras tanto, los 47 mininos seguirán en su casa.