El encuentro reunió a los profesores de Religión Católica de los centros públicos desde la Costa Noroesta hasta la Sierra, pasando por Jerez. :: CRISTÓBAL
Jerez

«Elegir la clase de Religión Católica es un reto difícil de vencer para los alumnos»

Juan Ortega, delegado diocesano de Enseñanza, desvela que, pese a las dificultades, un 81,42% de los niños opta por la asignatura

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Unos 150 profesores de Religión Católica de centros públicos se reunieron ayer, al final de un nuevo curso escolar, complacidos por impartir una materia que sigue reuniendo en las aulas a 71.311 alumnos en toda Asidonia-Jerez. El territorio diocesano sitúa en el 81,42% de los 87.588 niños que completan la población escolar el porcentaje de los que optan por una enseñanza que creen tratada, por la Administración, «como si fuera una materia marginal».

Así, y pese a que, como señala Juan Ortega Álvaro, delegado diocesano de Enseñanza, «elegir la clase de Religión Católica es un reto difícil de vencer para los alumnos», Jerez y su zona de influencia se mantienen 9 puntos por encima del porcentaje nacional de alumnos que reciben esta enseñanza religiosa y moral en la escuela. Y el XI Encuentro Anual del Profesorado de Religión en Centros Públicos tuvo en cuenta esos datos que hablan de que cuatro de cada cinco niños se quedan en clase cuanto toca.

Pero aunque las cifras digan lo que dicen la presencia de la asignatura ha de resistir «una cierta contestación a nuestra presencia». Lo dice Pilar Gallego Alemany, profesora en Jerez con una experiencia de 21 años, quien sostiene que «no es posible una enseñanza completa y de calidad que ignore la dimensión trascendente de las personas». «La sociedad y la familia han ido modificando sus valores» reconoce añadiendo que, además, «se han ido uniendo diferentes reformas».

La disminución de horas lectivas, la eliminación de los departamentos de religión en los centros, que la materia pasara a no evaluable o la implantación, para los niños que no la cursen, de una hora reducida a «hacer nada» han sido determinantes según el análisis de los profesores de religión. Éstos cuentan, sin embargo, con motivación especial: «Es una labor que realizo con plena vocación y a la que dedico gran parte de mi tiempo», dice Luis María Medina Castillo, profesora en Arcos consciente de que aunque «poco a poco hemos ido mejorando tanto en material como en formación» también reconoce que «hay aspectos en los que no estamos igualados a nuestros compañeros de otras asignaturas». Y, con todo, «frente al cansancio, ante una situación adversa o indiferente al Evangelio, tenemos que confiar en el Señor».

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«Lo realizo con plena vocación y le dedico gran parte de mi tiempo»