«Es difícil ser crítico cuando se está amenazado de muerte»

La ausencia de José María Calleja no restó ni un ápice de interés al debate. Juan José Téllez lo suplió con maestría en su recorrido por la postguerra y transición periodística española, «auténtico germen de la prensa actual», según explicó.

La mesa redonda celebrada a mediodía de ayer en el Museo Taurino de Chiclana era parte del programa del I Curso Internacional de Libertad de Expresión que se desarrolla desde ayer en esta localidad. Una quincena de asistentes, todos ellos periodistas en activo, escuchaba con atención las diferencias que existen ahora mismo entre ejercer esta profesión en España o hacerlo en países sudamericanos como México.

El director del Centro de Investigación en Comunicación e Información del Instituto Tecnológico mexicano de Monterrey, José Carlos Lozano, aseguraba que en estos momentos en su país es «complejo ejercer la profesión de periodista con libertad, dado el alto nivel de corrupción y autocensura existente».

Incluso el ponente llegó a recordar que «muchos periódicos han decidido dejar de hablar de narcotráfico ante la falta de seguridad y de implicación en ésta de la Policía», apuntó. Por su parte, el periodista José Manuel Martín Medem (Radio Nacional de España), se mostró convencido de que «a ambos lados del Atlántico los periodistas se enfrentan a los mismos problemas», que pasan por la precariedad laboral, la mala formación, etcétera. Sin embargo, la gran diferencia según se destacó en la mesa redonda de Prensa y libertad de informaciónen Iberoamérica, es precisamente las consecuencias que tiene informar a un lado y al otro del charco.

«El problema es que allí matan a los periodistas; aquí no se llega a tanto», apuntaba Medem; pero aquí podríamos estar volviendo a aquellos periodistas que cobraban bajo cuerda», ironizaba Téllez al hablar de la crisis de los medios. Este intercambio de impresiones en el Museo Taurino chiclanero puso de manifiesto que pese a los avances vividos en la mayoría de países en lo concerniente a la libertad de expresión, «todavía hay muchos intereses que no conjugan con la independencia de los periodistas». En América esta situación es mucho más compleja, por la herencia política y dictatorial de los estados. Y como muestra un botón; en los últimos 18 meses en México han muerto asesinados 17 periodistas. «Así es difícil contar la verdad, pero todavía hay quien ni siquiera amenazado renuncia a ser crítico», concluyeron.