Las rutas del órgano

Van a hacer dos años desde que José Morales, chiclanero, se despertó con la certeza de que ya no era un enfermo. Se encontraba en una habitación del hospital Reina Sofía de Córdoba, que también es poquito gaditano. A este centro derivan a los pacientes hepáticos de la provincia que necesitan ser trasplantados. Tuvo que pasar dos veces por quirófano tras rechazar el primer órgano para olvidarse de aquella cirrosis que lo estaba matando. Como recuerdo le queda una conciencia renovada sobre la donación y una cicatriz que le atraviesa el abdomen de lado a lado. «No he querido contar cuánto mide».

José participó ayer en una mesa informativa, que organiza la Asociación de Trasplantados del Hospital Reina Sofía, junto con otros compañeros en el centro comercial Bahía Sur de San Fernando. El objetivo es concienciar a cuantos más mejor, en una provincia con los índices más bajos de donaciones de toda Andalucía. «El 30% de las familias se niega a dar los órganos y queremos bajar ese porcentaje cuanto antes», dice Javier Camón, el vicepresidente del colectivo, en el que están representados cordobeses y gaditanos. En su caso son ya tres los años que lleva con su nuevo hígado y otros tanto los que se pasó en la lista de espera. «Es duro ver cómo te vas deteriorando, pero hay que tener en cuenta que hay personas más graves que tú y que necesitan el trasplante cuanto antes».

Sólo durante la mañana habían repartido cien tarjetas de donante a los clientes del centro comercial. «Cuando pasas por esto es importante poner todo el esfuerzo en concienciar al mayor número de personas». El artífice de la iniciativa ha sido Juan Manuel Romero, natural de Vejer, que quiere llevarla a cabo por toda la provincia. En su caso, fue una hepatitis B lo que le destrozó el hígado y no le dejó más opción que el trasplante. «Cuando te dicen que la única solución es la cirugía se te viene el mundo abajo, pero te aferras a la posibilidad de que haya un órgano para ti en alguna parte de España».

Los trasplantados siempre hablan de la trasparencia de la lista y de agradecimiento a las familias de los donantes. Juan Otero se agarra a la vida tras pasar por la experiencia. «Jamás me había cogido una baja y mira». En su caso, la enfermedad lo llevó al primer puesto de la lista, de la que salió con un hígado nuevo y dispuesto a levantar los índices donaciones de Cádiz. «Nosotros no nos podemos quedar a la cola en esto, porque los gaditanos somos gente solidaria».