Jerez

Nueva Rumasa 'aterriza' en Valdivia con gratificaciones a la plantilla

El desembarco de Nueva Rumasa, la empresa propiedad de la familia Ruiz-Mateos, en Bodegas Valdivia, compañía jerezana que el holding recuperó recientemente -ya formaba parte de la antigua Rumasa- tras una operación de compra-venta que se cifró en unos 20 millones de euros, ha llegado de la mano de las primeras gratificaciones para la plantilla de este complejo.

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Así lo explicaban ayer desde la misma Nueva Rumasa, al informar de que tras la adquisición de Bodegas Valdivia, la primera medida adoptada por José María Ruiz-Mateos ha sido «la de conceder una paga extra con este motivo a todo su personal, en una muestra más de su propósito de no sólo mantener siempre los puestos de trabajo, como ya hizo recientemente con los 1.200 empleados de Clesa y últimamente con la plantilla de APIS».

Según añaden, José María Ruiz-Mateos, «consciente de que el mejor activo de cualquier empresa son las personas que la integran y haciendo honor a su elevado sentido de la labor social que por sus creencias se siente obligado a realizar, sigue como siempre en el empeño de proporcionar a sus empleados todos los beneficios y mejoras al alcance de su mano».

Con la incorporación de Valdivia y sus más de 10.000 botas de brandy viejísimo, además de vinos de primerísima calidad, al holding, Nueva Rumasa suma ya cuatro negocios bodegueros en el Marco y el Grupo Garvey se confirma como líder del sector en existencias (más de 85.000 botas de vino y 15.000 de brandy).