Las violaciones en Colonia ponen en apuros a Merkel

Bruselas espera que se restablezca Schengen y la normalidad en las fronteras lo antes posible

BRUSELAS/BERLÍN Actualizado: Guardar
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Angela Merkel considera que hay que afrontar el problema de los refugiados sin dañar la libre circulación. Pero sucesos como las violaciones masivas de mujeres durante la Nochevieja en la ciudad de Colonia tienen ya consecuencias sobre la opinión pública, que añaden presión a la canciller alemana y sirven a sus adversarios para cuestionar su política de inmigración.

Merkel ha recibido numerosas críticas que relacionan su política de inmigración con los hechos de Colonia. Unos sucesos que escandalizan a la sociedad y que refuerzan a los movimientos populistas como Alternativa por Alemania o Pegida. La ministra de Familia, Manuela Schwesig, intentó salir al paso de la corriente crítica pidiendo un «debate nacional» sobre la cultura masculina musulmana. Aunque la mayor presión sobre Merkel viene de sus socios tradicionales, los cristianosociales bávaros (CSU), cuyo presidente, Horst Seehofer, pidió «un cambio total» en la política de asilo.

Así las cosas, la Comisión Europea llamó ayer a Bruselas a representantes de los países que recientemente han decidido implantar controles fronterizos (Suecia, Dinamarca y Alemania) para poder lanzar un mensaje tranquilizador ante la evidencia de que las cosas se vuelven cada vez más peliagudas. Pero la conclusión no fue muy tranquilizadora.

La Comisión se limitó a señalar que espera que las fronteras interiores vuelvan a la normalidad «lo antes posible». Sin embargo, la afluencia de refugiados se mantiene con fuerza y la situación sigue planteando serias dudas sobre la viabilidad de una de las mayores conquistas de la construcción europea:la libre circulación de personas. El comisario del Interior, Dimitris Avramopoulos, apenas se limitó a señalar que las «medidas excepcionales» deben mantenerse a su mínimo nivel.

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