Protesta por la visita del presidente de la Asamblea Nacional Popular china en las calles de Hong Kong
Protesta por la visita del presidente de la Asamblea Nacional Popular china en las calles de Hong Kong - EFE

Protestas en Hong Kong contra la visita del número tres del régimen chino

Crece el nacionalismo en la antigua colonia británica, sobre todo entre los jóvenes, por los cada vez mayores controles desde Pekín

Corresponsal en Pekín Actualizado: Guardar
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Con protestas callejeras y pancartas reclamando sufragio universal y el fin de la represión sobre los disidentes en China. Así ha sido recibido estos días en Hong Kong el número tres del autoritario régimen de Pekín, Zhang Dejiang, en un momento de especial tensión política en la antigua colonia británica.

Aunque Zhang había acudido a la ciudad para pronunciar este miércoles una conferencia económica sobre las «Nuevas Rutas de la Seda» que impulsa China, donde Hong Kong ha sido incluida de forma directa por primera vez, su presencia está llena de simbolismo y ha generado bastante controversia. Se trata de la primera visita de un alto mandatario chino desde la que efectuara en 2012 el entonces presidente, Hu Jintao, y, sobre todo, desde la «Revuelta de los Paraguas» que estalló en septiembre de 2014.

Sus multitudinarias manifestaciones y acampadas, que paralizaron tres puntos de la ciudad durante dos meses y medio, protestaban contra los límites impuestos por Pekín a los candidatos en las elecciones a jefe ejecutivo de Hong Kong previstas para 2017. Aunque el régimen chino se comprometía a permitir el sufragio universal, que no está vigente en el resto del país, establecía una selección de dos o tres aspirantes elegidos por un comité de representantes sociales afín a sus intereses. Un serio recorte a sus anhelos democráticos que los hongkoneses atribuyen a Zhang Dejiang, quien, como presidente de la Asamblea Nacional Popular –el Parlamento orgánica del régimen chino–, impulsó dicha reforma electoral.

«Nuestras peticiones son muy claras. No damos la bienvenida a Zhang», se quejaba tras su llegada un responsable de la Confederación de Sindicatos de Hong Kong, John Leung, según informa la agencia France Presse. Para evitar incidentes, el Gobierno local ha movilizado a unos 8.000 policías, que han desplegado un impenetrable cordón de seguridad en torno al hotel de Zhang Dejiang y al centro de convenciones donde ha pronunciado su discurso. Además, las autoridades han restringido las manifestaciones a varias zonas fuertemente vigiladas por la Policía.

A pesar de estos controles, que han incluido el pegado con cola de adoquines para que los manifestantes no puedan arrancarlos y tirarlos, la labor de los agentes ha quedado en entredicho por el despliegue de varias pancartas reivindicativas. Con el fin de que los manifestantes no colgasen un cartel en el emblemático pico de Lion Rock, como hicieron en 2014, la Policía tomó la zona, pero un grupo de activistas prodemocráticos se las ingenió el martes para desplegarlo en la vecina colina de Beacon. Como «recuerdo» para Zhang Dejiang, le pedían «pleno sufragio universal». De igual modo, otra pancarta criticaba su visita desde un puente cercano al aeropuerto.

Dichas protestas son un reflejo de la tensión política en Hong Kong, donde está despertando el sentimiento nacionalista, sobre todo entre los jóvenes, por los cada vez mayores controles del autoritario régimen chino. Tras su devolución por parte del Reino Unido en 1997, Pekín se comprometió a mantener su autonomía bajo la fórmula de «un país, dos sistemas», pero los hongkoneses se quejan de sus crecientes intromisiones y temen un recorte de sus libertades.

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