El nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano, recibe a estudiantes de distintas universidades que participaron este jueves en una marcha contra Nicolás Maduro en Caracas
El nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano, recibe a estudiantes de distintas universidades que participaron este jueves en una marcha contra Nicolás Maduro en Caracas - EFE

La protesta de los estudiantes contra Maduro termina ante la Nunciatura

Un grupo de universitarios venezolanos fueron recibidos por el nuncio, Aldo Giordano. La opositora María Corina Machado y el partido de Leopoldo López se suman a la marcha

Corresponsal en Caracas Actualizado: Guardar
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Pese a que el Papa Francisco había solicitado a la oposición que suspendiera la marcha contra Nicolás Maduro en Caracas, cientos de estudiantes -secundados por María Corina Machado y Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López- celebraron este jueves una protesta. Aunque, a última hora, en lugar de dirigirse hacia el Palacio de Miraflores (sede del gobierno), cambiaron de ruta y terminaron junto a la sede de la Nunciatura Apostólica. Un grupo de universitarios fueron recibidos por el nuncio en Venezuela, monseñor Aldo Giordano.

La marcha hacia Miraflores fue suspendida por el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, a petición del Pontífice para dar oportunidad al diálogo entre Ejecutivo y oposición que comenzó el pasado domingo.

Los representantes del Vaticano y los tres ex presidentes de Unasur actúan como mediadores.

«No necesitamos palabras, necesitamos comida, democracia y elecciones»

Pero los universitarios, tanto de centros públicos como privados, decidieron seguir adelante para para presentar sus exigencias en el incipiente diálogo. El presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, Hasler Iglesias, dijo «desconfiar profundamente» en el llamamiento al diálogo del presidente Maduro. «No necesitamos palabras, necesitamos comida, democracia y elecciones, y hasta que eso no lo consigamos vamos a seguir en las calles de manera permanente», aseguró. Iglesias también declaró que «no estamos atados a los compromisos que pueda asumir la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), somos un movimiento social independiente y es por eso que consideramos que eso debe ser expresado por la gente en la calle».

Desde primeras horas de la mañana, las fuerzas de seguridad habían bloqueado la Universidad Central, la Plaza Venezuela y cerrado nueve estaciones del Metro de Caracas para impedir la manifestación estudiantil. El Palacio de Miraflores también amaneció rodeado de carpas con militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, oficialista) para proteger a Maduro.

Acompañada de Lilian Tintori y Patricia de Ceballos, la coordinadora de Vente Venezuela, María Corina Machado, afirmó que la oposición no permitirá que cese la protesta de calle y se desarticule la presión internacional para un cambio político en el país. Ella mantiene la protesta en la calle mientras se dialoga de manera paralela y simultánea sin romper con la unidad de la coalición opositora.

Capriles no participó

El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, el principal promotor de la marcha hacia Miraflores, no acudió a la marcha estudiantil. Pero aseguró que en las próximas horas sabrán si el gobierno nacional utiliza el diálogo impulsado por el Vaticano con el fin de ganar tiempo. Dijo que la oposición no está dispuesta a mantener las mesas de diálogo sin obtener resultados a corto plazo. «Seguimos dando horas, hasta el 11 de noviembre, a ver si las mesas de diálogo generan un resultado (…) nadie está claudicando, los venezolanos vamos a salvar al país», dijo el dirigente opositor.

Capriles reiteró que el gobierno quebrantó el orden constitucional: «Tomaron la decisión de suspender el (referéndum) revocatorio por medio de una sentencia». El dos veces candidato a la presidencia exhortó a los venezolanos a ser respetuosos con la intervención del Vaticano en el país. «Veremos si (el gobierno) respeta al Papa o si se burlarán (…) Los venezolanos no creemos en la palabra de Maduro, pero el pueblo tiene confianza en la Iglesia».

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