La canciller alemana, Angela Merkel, en el centro de la imagen
La canciller alemana, Angela Merkel, en el centro de la imagen - AFP

Merkel quiebra el sueño de Schulz

Las elecciones de Schleswig Holstein revelan que el impulso del nuevo líder socialdemócrata se agota

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La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel, CDU, logró ayer una importante victoria en el estado septentrional de Schleswig- Holstein y asestó un duro golpe a las esperanzas de la socialdemocracia del SPD. En Kiel pierde el poder y cuatro puntos y en Berlín gran parte de sus esperanzas de que fuera consistente el impulso electoral que pareció darse en las encuestas tras la elección como candidato a la cancillería de Martin Schulz, expresidente del Parlamento Europeo. El SPD gobernaba Schleswig Holstein, estado fronterizo con Dinamarca en coalición con los verdes y el partido de la minoría danesa que está exento del mínimo de 5% para la representación parlamentaria. Ese gobierno no va a ser ya posible aunque los Verdes hayan mantenido su resultado de una forma inesperada en estos momentos en que su partido sufre su más severo ataque de debilidad en muchos años en toda Alemania.

El «land» de Schleswig Holstein es muy particular en muchos aspectos por sus influencias históricas nórdicas, su tradicional fraccionamiento y una sociedad extremadamente liberal. Esto lo ha vuelto a demostrar con un espectacular resultado de los liberales del FDP que alcanzan un 11,4%. En el parlamento de Kiel ya estaban en esta pasada legislatura durante la que han estado ausentes de la mayoría de los parlamentos de los estados federados. El partido derechista de Alternativa para Alemania (AfD) también ha logrado aquí entrar por primera vez en el parlamento con un 5,7%. Los que vuelven a fracasar son los izquierdistas de Die Linke. Se abre ahora el plazo para buscar una coalición viable en el parlamento de Kiel con una mayoría de 35 de los 69 escaños existentes. Según los resultados provisionales la CDU no logra gobernar solo con los Verdes o los Liberales del FDP siempre con ayuda del SSW de la minoría danesa. Y la CDU no va a recurrir a los votos del antieuropeista y derechista AfD. Por lo que ayer se adivinaban en Kiel las tentaciones de algunos de proponer un pacto del principal perdedor SPD con su socio hasta ahora de Los Verdes a los que tendrían que sumar a los liberales. Es difícil creer que los liberales en estas circunstancias se presenten a gobernar con los dos partidos más débiles ante los retos de Renania Westfalia y sobre todo, ante las elecciones federales en septiembre, en la que se prometen volver a entrar al Bundestag del que fueron expulsados en las pasadas elecciones.

El resultado de Schleswig Holstein llega una semana antes de las elecciones del estado de Renania-Westfalia que es de enorme importancia por su riqueza y población. Esta decepción llega después de que el SPD sufriera un serio revés en el estado del Sarre que gobernó durante tanto tiempo. En marzo, la CDU logró una rotunda victoria subiendo otros cinco puntos hasta el 40% mientras el SPD caía un punto y quedaba por debajo del 30%. El resultado de ayer viene a confirmar que el supuesto fenómeno electoral que se prometían el SPD de Martin Schulz amenaza con ser un fiasco histórico. La socialdemocracia alemana, con una larga depresión desde que Angela Merkel se convirtió en una máquina de ganar elecciones, había creído ver el principio del fin de su travesía. Martin Schulz ha llegado con la intención de buscar una solución que acabe con la condena que supone para el SPD acabar en una gran coalición como socio menor, que es el que más sufre en este tipo de alianzas. Schulz busca una coalición alternativa, ya en un Frente de Izquierdas con Verdes y Die Linke, o con los Verdes y los Liberales del FDP en caso de que sumaran en un nuevo Bundestag después de los comicios de septiembre. Pero para ello su propio resultado tiene que mejorar de una forma ahora puesta dramáticamente en duda.

Hubo algunos momentos en que el SPD llegó a igualar e incluso superar levemente al CDU en expectativa de voto. No habían llegado aún las noticias de Bruselas sobre una gestión de cuentas y favores poco rigurosa por parte de Schulz y ya habían comenzado a declinar esas cifras tan optimistas para el SPD. Hoy la CDU de Merkel vuelve a tener una ventaja de varios puntos. Renania Westfalia será el próximo domingo una elección de alto voltaje especialmente para el SPD. Con 18 millones millones de habitantes, el 22% del PIB alemán, la sede de 40 de las 100 mayores empresas alemanas y gran cuna sindical, Renania Westfalia es pieza decisiva para unas elecciones federales. Aunque también jueguen un papel las consideraciones regionales y por supuesto los perfiles de los políticos que en las diversas elecciones se presentan, un nuevo desastre del SPD como los cosechados en marzo en el Sarre y ayer en Schleswig-Holstein, podrían desencadenar el pánico en el partido socialdemócrata.

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