Ocho alpinistas desaparecidos en un deslizamiento en Suiza
El valle de Bondo estaba en alerta por avalanchas desde el pasado 14 de agosto
Unos cuatro millones de metros cúbicos de tierra y rocas se deslizaron el miércoles desde el pico Piz Cengalo , de 3.369 metros de altitud, sobre el valle de Bondo, el mayor alud de la última década en el cantón suizo de los Grisones y que deja por ahora ocho alpinistas desaparecidos. Un grupo de seis personas, a las que también se les dio por desaparecidas, ha sido rescatado. El sistema de alerta temprana permitió evacuar a tiempo la localidad de Bonde , de apenas unos cientos de habitantes, pero los alpinistas de nacionalidad alemana, suiza y austriaca que se encontraban en esos momentos en la montaña permanecen en paradero desconocido.
«Los desaparecidos se habían adentrado por su propia cuenta y riesgo en terrenos que están marcados con señales de peligro», aclaraba ayer el portavoz de la Policía suiza, Andrea Mittner , «y sabemos que no formaban parte del mismo grupo, que iban por separado, por lo que las tareas de búsqueda se desarrollan en un área muy amplia y son más costosas».
La avalancha, una vez llegada al valle, cubrió hasta una altura de diez metros una superficie de alrededor de cinco kilómetros cuadrados , sepultando calles y casas y causando además una desviación en las agua del río que han anegado a su vez varias granjas.
En la frontera con Italia
«Bondo estaba en situación de alerta por avalanchas desde el 14 de agosto», ha recordado la alcaldesa, Anna Giacometti , «la gente sabía del peligro y los alpinistas han entrado deliberadamente en la zona de riesgo». Giacometti expresaba además las sospechas de las autoridades de que al menos uno de los grupos de alpinistas, a la hora del alud, habría pasado ya a suelo italiano, dado que la montaña se encuentra en la zona fronteriza entre los dos países y la excursión planeada incluía el paso.
La Policía cantonal ha solicitado al Departamento Federal de Aviación Civil el cierre del espacio aéreo en un radio de cinco kilómetros para que los helicópteros pueda realizar sus vuelos sin interrupciones.
En la misión, con cerca de 150 efectivos, también participa un geólogo, los entes responsables de Riesgos Naturales y Forestales, y de Protección Militar y Civil, así como la oficina de obras Subterráneas y de Perforación. La búsqueda se centra en torno a la situación original de dos cabañas que conocen los habituales de la zona y que sirven de refugio y descanso a los alpinistas, con la esperanza de que los desaparecidos intentasen refugiarse en ellas.
