Fotografía facilitada por la Guardia Costera de Italia que muestra a una madres y sus bebés descansando tras ser rescatados en el Mar Mediterráneo
Fotografía facilitada por la Guardia Costera de Italia que muestra a una madres y sus bebés descansando tras ser rescatados en el Mar Mediterráneo - EFE

Al menos 50 inmigrantes muertos y más de 10.000 rescatados en las últimas 48 en el Mediterráneo

La Guardia Costera italiana ha señalado que han nacido tres niños a bordo de sus buques durante las últimas operaciones de salvamento

CORRESPONSAL EN ROMA Actualizado: Guardar
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En el Mediterráneo continúa como una corriente imparable el éxodo de inmigrantes desde las costas libias. Y la muerte de muchos de ellos, al tiempo que se espera la llegada de cientos de embarcaciones cargadas con más inmigrante en los próximos días. En apenas 48 horas han sido rescatados más de 10.000 refugiados con vida en el curso de 72 operaciones de socorro coordinadas por la guardia costera de Roma, quien informó además de que tres bebés habian nacido a bordo de sus barcos. El número de muertos se eleva al menos a medio centenar en al menos cuatro naufragios a lo largo de las costas libias. Una nueva tragedia que ocurre casi dos semanas después de que una barcaza se hundiera cerca del Delta del Nilo en Egipto, en una tragedia que causó más de 200 muertos.

Las naves que participan en las tareas de rescate, en su gran mayoría del dispositivo Frontex de la UE, desembarcan a los inmigrantes en Sicilia, una tarea que se realiza últimamente con más lentitud por los controles antiterroristas. Una vez realizados los controles en los puertos sicilianos, casi todos los refugiados son transferidos a otras regiones italianas.

El 3 de octubre se conmemoró el tercer aniversario de la tragedia de Lampedusa en la que murieron 368 personas en el naufragio. Se salvaron 155. Algunos de los supervivientes volvieron esta semana a la isla siciliana, entre ellos la eritrea Kebrat, de 28 años –hoy vive en Estocolmo–, a la que se dio por muerta y fue colocada entre cadáveres. La salvó el médico de la isla, Pietro Bartolo, que la ha acogido con lágrimas de emoción en el aeropuerto. Aquella tragedia sacudió las conciencias. «Nunca más» dijeron las autoridades europeas. Pero la vergüenza continúa.

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