Las FARC se retiran de las elecciones presidenciales en plena agonía política

Su líder, «Timochenko», está muy enfermo, y el partido renuncia a nombrar otro candidato

«Timochenko», líder de las FARC, en La Habana durante el referéndum sobre los acuerdos de paz, en octubre de 2016 EFE

POLY MARTÍNEZ

La Fuerza Revolucionaria del Común , como se llama ahora el partido político en el que se transformó la guerrilla de las FARC tras los acuerdos de paz, se retiró este jueves de la carrera presidencial tras la cirugía a corazón abierto de su líder y candidato Rodrigo Londoño «Timochenko» , en un giro que hace algunos años ni el mismo Gabriel García Márquez hubiera podido prever en este mundo macondiano que a veces es Colombia. Así lo confirmó Imelda Daza , la que fue su candidata a la vicepresidencia, quien explicó que la decisión de no reemplazar a Timochenko con otro líder del partido –o de que ella tampoco asumiera la candidatura– obedece a su análisis sobre el adverso contexto electoral :«En realidad, declino por las condiciones en las que hemos tenido que desarrollar la campaña, sin garantías suficientes para nuestra integridad personal, y por el apoyo económico que el gobierno debía darnos y no ha sido así». Aunque lo cierto también es que sus opciones electorales eran inexistentes .

Estaba prácticamente cantado que el líder se retiraría de la contienda electoral debido a su precaria salud, pero no necesariamente que la FARC abandonaría este primer escenario democrático tras su desmovilización y entrada a la dura arena política colombiana. Imelda Daza, para justificar los motivos, hizo un recuento de los eventos en los que fueron agredidos (algo que también les ha sucedido a candidatos de otros partidos ), además de las limitaciones de logística que han afectado su presencia en la arena pública: «Me refiero a la faltas de garantías para hacer en público las actividades de campaña; agresiones que ha sufrido "Timo" y otros movimientos».

Desde el inicio del proceso de paz, una de las preguntas constantes ha sido cómo garantizar su tránsito a la participación democrática. Pero no solo por la incertidumbre de que los que antes fueron líderes guerrilleros empezaran a hacer política, sino por el antecedente de finales de los años ochenta cuando otro partido de izquierda, la Unión Patriótica, vio cómo sus líderes y cientos de seguidores fueron asesinados u obligados al exilio, en uno de los capítulos más sangrientos de la reciente historia política colombiana.

Pero la salida en falso de esta primera campaña presidencial de la FARC no solo se explica por factores externos y la inesperada crisis cardíaca de Timochenko. También refleja el desatino de sus dirigentes a la hora de leer y entender el contexto y sentir nacional. Si bien es cierto que en el inicial proceso de reconciliación se han dado encuentros con víctimas y el público reconocimiento y solicitud de perdón , las heridas que dejaron las FARC a los colombianos aún están muy frescas. Tal vez por eso los analistas coinciden en que fue un error lanzar una campaña a la presidencia. Más allá del detalle de las siglas (igual siempre serán «los de las FARC»), el movimiento político pecó de iluso, o tal vez de soberbio, y no tuvo en cuenta los tiempos y la lentitud del Estado en la implementación de los acuerdos.

Regionales de 2019

La FARC ha debido mantener un perfil bajo, avanzar en sus compromisos pensando más bien en las elecciones regionales de 2019, en las que apuestan por lograr presencia en concejos municipales , asambleas departamentales y, eventualmente, con hacerse con alguna gobernación o algunas alcaldías.

Ahora deben decidir a qué candidato le dan su respaldo precisamente en un momento en el que nadie quiere aparecer en una foto de campaña con la FARC para evitar que los potenciales electores les den la espalda. Imelda Daza fue prudente y, si bien comentó que no descartan dar su apoyo a un candidato destacado en las encuestas como Gustavo Petro , se limitó a señalar que «lo que nos interesa es lograr una convergencia que garantice el triunfo electoral, en primera vuelta, de un candidato o candidata que esté comprometido con el proceso de paz».

La meta ahora es prepararse para asumir los 10 escaños que se les regalará según lo pactado por los acuerdos de paz. Los votos de la FARC hoy no suman, es la verdad, pero no se puede desconocer que tienen un gran valor para la democracia colombiana.

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