Efraín Campo Flores llora en la audiencia; su primo, Francisco Flores de Freitas estuvo más sereno
Efraín Campo Flores llora en la audiencia; su primo, Francisco Flores de Freitas estuvo más sereno -  REUTERS

Los sobrinos de Maduro se declaran inocentes en la primera audiencia

Su resistencia a delatar altos cargos chavistas retrasa un posible acuerdo de culpabilidad a cambio de reducción de pena

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Efraín Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, los sobrinos de Nicolás Maduro detenidos en noviembre en Haití por narcotráfico, se declararon este jueves no culpables en la primera audiencia celebrada ante el juez de Nueva York que lleva el caso. A pesar de los dos aplazamientos que hubo de la vista, atribuidos a las negociaciones entre las partes para una aceptación de culpabilidad que reduzca la pena máxima de cadena perpetua, los dos jóvenes siguen sin cerrar un acuerdo. Se trata de algo atribuible a la resistencia de ambos a delatar a altos cargos chavistas implicados en el negocio de la droga, como los fiscales estadounidenses estarían buscando.

La noche previa la importante firma Patton Boggs, que había asumido la defensa de Efraín Campo, ahijado de Maduro y criado en su hogar, anunció que dejaba el caso.

Todo indica que ese bufete de agobados y lobistas renunció a la defensa de Campo para no verse cuestionada por posible incumplimiento de la ley estadounidense, que exige demostrar la procedencia de los pagos recibidos por defender a acusados de narcotráfico.

Dada la estrecha relación de Patton Boggs y la petrolera venezolana PDVSA, especialmente a través de su filial estadounidense Citgo, a la que el despacho ha tenido muchas veces como cliente, existía la sospecha de que los fondos pagados para asumir el caso de Efraín Campo podían proceder de la compañía estatal o tener otro origen público. Patton Boggs, que pudo haber puesto un precio de un millón de dólares, habría comenzado a devolver ya parte del dinero.

Abogados de oficio

La complicación de los orígenes de los fondos para pagar abogados privados, dado también el origen ilícito de muchas fortunas chavistas, llevó a Efraían Campo a acogerse a un abogado de oficio, función que recayó en Kafahni Nkrumah. Eso mismo ya había hecho desde el principio su primo, a quien defiende otro abogado público, Vincent Southerland.

Al incorporarse a la defensa, Nkrumah solicitó al juez, Paul Crotty, un plazo de sesenta días para conocer toda la documentación del caso y examinar las pruebas presentadas, por lo que la vista terminó entonces y se puso como nueva fecha de audiencia el 29 de febrero.

Los dos jóvenes habían acudido al juzgado vestidos con el traje, un mono azul, que llevan en prisión. De acuerdo con testimonios de personas presentes en la sala, Efraín Campo llegó a llorar, mientras que su primo, también afectado, estuvo más sereno.

El nuevo abogado de Efraín Campo defendió a uno de los acusados de querer atentar contra el aeropuerto JFK en 2007; no logró salvar a su cliente de la cadena perpetua

Entre juicios previos de Kafahni Nkrumah está el que se siguió contra los implicados en un plan para provocar un atentado en el aeropuerto JFK de Nueva York en 2007 mediante la explosión del sistema de grandes tuberías que conectan los tanques de depósito de fuel para los aviones. Los principales acusados fueron Russell Defreitas y Abdul Kadir, ambos originarios de Guyana. Nkrumah se encargó de la defensa del segundo. Ambos resultaron condenados a cadena perpetua, pena que también recibieron otros dos implicados.

Como en el caso de los Flores, el plan fue un cebo tendido por un confidente de las autoridades estadounidenses. La línea de defensa fue insistir en que los implicados eran estúpidos que se dejaron embaucar por el confidente. Las pruebas que este pudo reunir, en cualquier caso, fueron contundentes y el juez estableció cadena perpetua para los cuatro acusados.

Efraín Campo, de 29 años, y Francisco Flores, de 30, fueron detenidos el 10 de noviembre en Puerto Príncipe, la capital de Haití, a donde habían llegado transportando en un avión un cargamento de 800 kilos de cocaína, según la acusación que realiza Estados Unidos.

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