El «evangelio socialdemócrata» según sus levantiscas juventudes

«Queremos que se hable del empleo temporal, no de la paz en Siria», clama el representante del ala juvenil del SPD, Kühnert

El presidente de las juventudes del SPD, Kevin Kühnert EFE

ROSALÍA SÁNCHEZ

Zapatillas Addidas. Look "urban casual" y un buen cargamento de pañuelos de papel. Kevin Kühnert tiene gripe y ha cancelado todas sus citas del día excepto el encuentro con la prensa extranjera. El mundo entero se pregunta qué quiere este profeta, que está poniendo al Partido Socialdemócrata alemán (SPD) ante el espejo de sus peores miserias y que mantiene en vilo la formación de gobierno en Alemania, con su campaña contra la formación de otro gobierno de gran coalición. Kühnert, a sus 28 años, cree tener respuestas y expone con retórica ágil su visión de la socialdemocracia de hoy en día . Habla de elevar el salario mínimo , de luchar contra el empleo temporal y de mayores impuestos al patrimonio . Sugiere girar a la izquierda y hacia las demandas ecologistas. “Esos son los temas que preocupan hoy en día a los jóvenes, no la paz en Siria sino el abandono de la energía procedente del carbón. El SPD tiene que reformar sus estructuras y renovar su personal. Todos los que quieren la gran coalición llevan quince años en los cargos, ¡pero si estuvieron con Schröder! Fuimos a las elecciones con un programa ridículo que no estaba a la altura de las expectativas de los votantes, hay que abordar un ambicioso programa de inversiones y hablar de una vez del futuro de las pensiones”, exige.

“No queremos la gran coalición porque eso perjudicará gravemente al partido. Al no ser diferenciables respecto a los conservadores, perdemos nuestro perfil político y cuando los votantes perciben que no atendemos a sus problemas terminan buscando alternativas”, dice, en clara referencia al partido populista y antieuropeo Alternativa para Alemania (AfD), que sube en las encuestas con la misma rapidez con la que el SPD ha caído hasta el 15,5% en las encuestas, perdiendo el puesto de segundo partido más votado. “Y no hay más que mirar alrededor para ver que eso es así”, continúa, “en Austria la gran coalición le ha costado muy cara al SPÖ y en Francia Hollande decepcionó enormemente a los votantes por su centrismo”, recorre la geografía europea, “puedo entender que el mundo esté esperando, pero nuestra primera responsabilidad es la formación de un buen gobierno y la gran coalición no lo es”.

“Antes había trabajadores que exigían derechos y votaban SPD. Y gente que iba a la iglesia y votaba CDU. Ahora es un poco más complicado”, explica su visión, “ahora la digitalización y la globalización han cambiado las reglas del juego, ahora lo que hay son trabajadores que no tienen la tarde libre para protestar por sus derechos y que no pueden contar con una pensión, así que ahorran de forma privada, gente que sabe que le va peor que antes y que no se siente representada ni defendida por ningún partido, gente que depende de internet y a la que las compañías proveedoras le cobran lo que quieren, como si no fuese un bien de primera necesidad… no quieren que siga todo igual y, si el SPD no da respuestas de futuro, desaparecerá como partido”.

“No es posible que un partido como este se haya subido al carro del equilibrio presupuestario . Nos han vendido que no quieren cargarnos con más deuda en el futuro, pero ¿de qué nos servirá a nuestra generación no tener tanta deuda pública si hemos ido a unos colegios hechos polvo y si naufragamos en internet por la penosa conexión?”, continúa. En su discurso desmonta todos los logros que la directiva del partido presenta como triunfos socialdemócratas dentro de la última legislatura de gran coalición: “¿legislar el salario mínimo?... ¡ese es el camino más efectivo a la pobreza en la vejez!”. E igualmente rebate lo que la cúpula socialdemócrata presenta como éxitos en la última negociación con Merkel: “¿8.000 nuevas plazas para cuidado de dependientes?... ¡el problema es que hay ya unas 30.000 que no se cubren porque no hay trabajadores para ese sector!”.

Kühnert, y esta es la clave de su planteamiento, considera que Merkel se está marcando un farol al negarse a gobernar en minoría. “La repetición de elecciones no es la única alternativa a la gran coalición y, cuando gobierne en minoría, se verá que el único partido afín, el único que la apoya en el parlamento, es Alternativa para Alemania. Y ese día habrá caído definitivamente la máscara de Angela Merkel y los conservadores no volverán a gobernar en Alemania en muchos años.

Otra de las claves de esta apasionada campaña, que ha contribuido a la debacle de la figura de Martin Schulz , candidato electoral y ya dimitido presidente del partido, es lo gustosamente que Kühnert cita a Sigmar Gabriel , el primer beneficiado de la caída de Schulz. “Lo dijo muy bien Gabriel en su último discurso en Dresde, el mejor de su carrera: el partido quiere ir al centro porque es en el centro donde se ganan la selecciones, pero no podemos pensar en el centro como algo estático, no es un espacio fijo sino que se mueve, y hoy el centro es, por ejemplo, la gente que ve muy difusa la influencia alemana en las decisiones de Bruselas”.

Kühnert considera que “el SPD no ganará elecciones enarbolando la bandera de Europa” , como ha hecho Schulz, “no es el núcleo de nuestro programa, Macron ha ganado sin hacer de eso tema central de campaña y al SPD le podría funcionar también así. Alemania exporta y nos conviene más que a los países europeos les vaya bien que sentarnos en una cafetería en Berlín para que nos sirva un café un licenciado universitario español, pero eso es todo”.

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