Janusz Korwin-Mikke, en otro de sus polémicos momentos
Janusz Korwin-Mikke, en otro de sus polémicos momentos - AFP

El eurodiputado misógino es también filonazi

Korwin-Mikke dijo que «las mujeres deben ganar menos porque son menos inteligentes»

Bruselas Actualizado: Guardar
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Janusz Korwin-Mikke, el eurodiputado polaco que ha escandalizado con sus manifestaciones misóginas y sobre cuyo comportamiento el Parlamento Europeo ha decidido abrir una investigación, es un viejo conocido de la política en su país. Ayer por la mañana, cuando viajaba de regreso a Varsovia, se reafirmó expresamente sobre su idea de que las mujeres son inferiores y que por tanto deben cobrar menos que los hombres, tal como había replicado la víspera en la sesión plenaria a la socialista española Iratxe Perez. «Las mujeres deben ganar menos porque son más débiles más pequeñas y menos inteligentes».

Este científico, casado varias veces y padre de una decena de hijos de varias «relaciones informales», es a sus 74 años uno de los eurodiputados más conocidos por sus excentricidades y frases provocadoras.

Llegó incluso a defender a Hitler contra las acusaciones de exterminar a judíos que achacó a Heinrich Himmler. Es tan radical en sus postulados racistas que ni siquiera ha sido admitido en las filas del grupo en el que están Marine Le Pen y Geert Wilders.

En el curso del pleno de julio de ese año, Korwin-Mikke representó el saludo nazi y pronunció la frase: «Esta vez es un Reich, un pueblo, un ticket» para criticar un título de transporte europeo. En otra intervención sobre inmigración meses después, se refirió a los miles de demandantes de asilo que buscan refugio en Europa como «basura humana».

De hecho, su elección a la Cámara europea fue también una sorpresa, porque tampoco en Polonia encontraba acomodo en la corriente populista que gobierna actualmente el país. Este antiguo militante de las juventudes comunistas entró en política bajo la dictadura y no empezó a rebelarse hasta la ley marcial de 1981. Llegó a presentarse a la presidencia, pero sin éxito. En 2014 lo daban por amortizado, pero ganó el escaño gracias al voto de muchos jóvenes que ignoraron lo que había dicho de ellos: «Los jóvenes europeos son como los negros».

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