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Vídeo: El Parlamento Europeo aprueba el tratado CETA - Europa Press

La UE y Canadá se alían ante el proteccionismo de Washington

La Eurocámara aprueba con holgura el acuerdo de libre cambio con Ottawa

Corresponsal en Bruselas Actualizado: Guardar
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El Parlamento Europeo aprobó este miércoles por amplia mayoría la ratificación del Tratado de Libre Comercio con Canadá, conocido por sus siglas en inglés CETA. En un entorno geopolítico tan enrarecido por las tendencias aislacionistas que se anuncian en Estados Unidos, la decisión supone un gesto claro e importante en la dirección contraria. Aunque aún queda por completarse la ratificación por parte de los parlamentos nacionales, el tratado entrará en vigor esta primavera. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, llega este jueves a Estrasburgo para intervenir en el pleno del Parlamento Europeo y saludar este acuerdo que es también para su país un mensaje claro en favor de la apertura al mundo y en contra de los populismos nacionalistas.

Tras meses de agrios debates en todas las plazas públicas, el acuerdo se aprobó por una mayoría más clara de lo que se esperaba: 408 votos a favor, 254 en contra y 33 abstenciones. Lo más revelador es que en esta votación han vuelto a coincidir con todas las consecuencias las reticencias «globalofóbicas» de la extrema izquierda y de los nacional-populistas de extrema derecha.

Mensaje de Le Pen a sus votantes: «Si quieren destruir este tratado [y de paso a la UE] pueden votarme para que sea presidenta»

Han votado en contra con entusiasmo tanto los diputados del grupo de la Izquierda Unitaria donde están Podemos e IU, con la ultraderechista francesa Marine Le Pen y sus aliados. Los verdes han sumado su voto al de los demagogos italianos del Movimiento 5 Estrellas, a pesar de que estos militan en el campo de los eurófobos británicos. Unos y otros coincidían plenamente con la visión del comercio mundial del nuevo presidente norteamericano Donald Trump.

Los socialistas se han dividido y la mitad han votado en contra, aunque todos los españoles de este grupo menos una diputada se han pronunciado a favor. La cuestión ha sido tan disputada que incluso una parte de los populares franceses se ha abstenido, por miedo a las posibles consecuencias electorales, y teniendo en cuenta que en el debate de este miércoles Marine Le Pen utilizó sus argumentos para su propia campaña de las presidenciales de mayo. Le Pen dijo a los votantes que «si quieren destruir este tratado [y de paso a la UE] pueden votarme para que sea presidenta de la República».

Reputación internacional

«¿Qué habría pasado si se hubiera rechazado este acuerdo? Pues que la UE habría perdido su capacidad de acción internacional», comentó Ramón Jáuregui, que estaba entre el grupo de socialistas que han apoyado el acuerdo. Como también subrayó en el debate el portavoz popular, Manfred Weber, la reputación de la UE habría sufrido un daño irreparable si se hubiera revelado «incapaz de firmar siquiera un acuerdo comercial con una democracia altamente desarrollada como Canadá».

Víctimas de su debate interno, los socialistas europeos se han quedado con el paso cambiado después de que su actual líder, el italiano Gianni Pittella, anunciase en diciembre que ponía fin a su cooperación con el grupo popular. Con la mitad de sus diputados flirteando con los populistas, y fuera del núcleo central de decisión que ahora forman populares y liberales, puede decirse que los socialistas europeos -también- tienen graves problemas.

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