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Una mujer camina por la vía del tren, rodeada de inmigrantes en la localidad griega de Idomeni, en la frontera con Macedonia - REUTERS

Macedonia, Eslovenia, Croacia y Serbia dan por cerrada la ruta de los Balcanes para los refugiados

Las restricciones fronterizas introducidas por estos estados llegan al día siguiente del polémico acuerdo con Turquía con el que la Unión Europea quiere atajar el caos migratorio

Zagreb Actualizado: Guardar
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Eslovenia, Croacia y Serbia han comenzado hoy a aplicar restricciones fronterizas para restaurar la normativa Schengen, lo que supone el cierre efectivo de la ruta de los Balcanes para los refugiados. La medida no ha supuesto ninguna alteración en las fronteras de estos países porque los refugiados llegan a cuentagotas tras el cierre de la frontera de Macedonia con Grecia a finales de febrero, informaron los medios locales. Las autoridades macedonias decretaron hoy oficialmente el cierre fronterizo, aunque este llevaba semanas en vigor de facto. Las restricciones anunciadas hoy suponen un paso más en la política del sellado fronterizo con la que, junto al acuerdo con Turquía, los estados de la UE quieren limitar la llegada de refugiados y poner orden en los flujos migratorios.

Serbia no forma parte de la Unión, pero aspira a ingresar en el club comunitario.

«A partir de la medianoche ya no existe como hasta ahora la migración a través de la ruta de los Balcanes», indicó anoche el Ministerio esloveno del Interior en un comunicado. De esta forma, estos países ya no permitirán el paso de grandes contingentes de refugiados en tren o autobús, como sucedió en los últimos meses, y cada persona será sometida a un control individual.

Solo podrán acceder a Eslovenia «los extranjeros que cumplan los requisitos», es decir, aquellos con pasaportes y visados validos para la zona Schengen. Además, podrán acceder al país personas que tengan la intención de pedir asilo y otras a las que, en función de una investigación individual, se les permitirá el paso por razones humanitarias, precisa el comunicado.

El primer ministro esloveno, Miro Cerar, anunció ayer desde Bruselas que la Unión Europea envió en la pasada cumbre con Turquía «un mensaje realmente claro a todos los traficantes de refugiados y a todos los emigrantes ilegales, que ya no existe la ruta migratoria balcánica».

Cerar precisó que Eslovenia recibirá a entre 40 o 50 refugiados de Oriente Próximo al mes o unos 570 al año, conforme a las cuotas acordadas anteriormente en Bruselas. De los más de 477.000 refugiados que desde octubre pasaron por Eslovenia en su camino a la Europa central, solo 460 pidieron asilo, diez lo han recibido ya y 324 esperan respuesta a sus solicitudes.

Croacia, que no forma parte de Schengen pero sí de la UE, ha seguido el ejemplo de Eslovenia y denegará el tránsito a quien no tenga la documentación apropiada. También Serbia ha introducido las restricciones después de que Eslovenia le informara de que iba a restaurar la normativa Schengen.

Por otra parte, Hungría, otro de los países que ha seguido una política de línea dura desde que comenzó la crisis de los refugiados, anunció que reforzará con efectivos policiales y militares sus fronteras a la espera de que los Veintiocho cierren el acuerdo con Ankara y este empiece a ser operativo. El ministro del Interior macedonio aseguró que ningún migrante ha cruzado hacia su país desde el martes, mientras la agencia MIA relató que no se ha recibido a ninguna persona en el centro de acogida de Gevgelija en las últimas 50 horas.

Sin llegadas en Serbia

En Serbia no ha entrado ningún refugiado desde la vecina Macedonia en las últimas 48 horas, informó la televisión pública Serbia RTS. En la frontera entre Macedonia y Serbia no hay ya refugiados, y en el centro de acogida de Presevo tampoco se ha registrado ningún nuevo refugiado desde hace dos días, indicó la emisora.

La fuente señaló que Serbia sólo dejará pasar por su territorio a las personas con documentos de viaje válidos y a quienes expresen el deseo de pedir protección internacional en el país. Desde el pasado otoño los refugiados llegados desde Turquía a las costas griegas seguían su viaje por Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia hasta Austria, Alemania y otros países del norte de Europa. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, repitió la semana pasada en su gira por los países balcánicos que se debía de restaurar la aplicación de Schengen.

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