El disidente y premio Nobel chino Liu Xiaobo, en «estado crítico»

El estado de salud del disidente y Nobel de la Paz chino Liu Xiaobo, que fue liberado en junio tras pasar más de una década encarcelado por reclamar una apertura democrática, continúa empeorando, según ha informado este lunes en un comunicado el hospital de Shengyang donde está ingresado. Se encuentra en «estado crítico», se ha asegurado desde el centro médico. Los médicos han indicado que, además del cáncer de hígado en fase terminal, Liu sufre problemas de riñón, estomacales e intestinales, por lo que está demasiado débil para recibir radioterapia.

Estas declaraciones contradicen las realizadas el domingo por expertos de Alemania y Estados Unidos que han viajado hasta Shengyang para ver a Liu y han asegurado que es posible tratarle con radioterapia, para lo cual han recomendado su traslado al extranjero. Las autoridades chinas se han negado a permitir que Liu y su mujer, Liu Xia, salgan del país esgrimiendo que es un «asunto interno».

«Esperamos que los países implicados respeten la soberanía china», ha insistido este lunes el portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang. «Los expertos extranjeros han admitido que China ha estado ofreciendo el mejor tratamiento posible» al disidente, ha destacado Geng, sin dar más detalles.

El portavoz ha aseguró que no ha habido «ningún precedente», en relación a disidentes a quienes las autoridades chinas hayan permitido salir de China en el pasado por razones humanitarias. Pekín acumula varios ejemplos, uno de los más recientes el del disidente ciego Chen Guangcheng, que acabó en Estados Unidos tras una épica escapada del arresto domiciliario que sufría hasta la embajada de EEUU en Pekín en 2012. En opinión del activista Hu Jia, el gobernante Partido Comunista (PCCh) no quiere que el nobel viaje al extranjero para que no cuente su experiencia en prisión o manifieste sus críticas al régimen. El PCCh está «retrasando» su salida para que no pueda «expresarse», ha considerado Hu en un mensaje enviado a Efe y a otros medios.

La familia del disidente ha pedido que ambos sean trasladados fuera del gigante asiático. En el caso de Liu aducen razones médicas, mientras que en el caso de su mujer confiesan que el objetivo es que, una vez que fallezca el disidente chino, ella pueda escapar al control de Pekín. Liu, de 61 años de edad, ha estado preso desde 2009 por «incitar a la subversión del poder estatal» por participar en la redacción de la conocida como «Carta 08», que reclama reformas democráticas en China.