Diez cosas que pocos saben de Merkel

La canciller alemana consiguió ayer asegurar su cuarto mandato consecutivo, si bien es cierto que no con la ventaja que esperaba

Angela Merkel celebra en las oficinas de su partido la victoria en las elecciones REUTERS

ROSALÍA SÁNCHEZ

1. Nunca grita . Ninguno de sus colaboradores la ha escuchado nunca una palabra más alta que la otra, aunque admiten que sus sarcasmos pueden llegar a ser muy duros. Anoche, cuando en el debate televisado tras conocerse los resultados electorales le dejaron claro los liberales del FPD y Los Verdes que cobrarán cara la formación de gobierno, les contestó: «la tranquilidad es la madre de la fuerza».

2.Si tuviera que elegir otra profesión que no fuera la suya, le gustaría ser astronauta . Así lo confesaba recientemente a un grupo de niños con los que estuvo charlando en el más riguroso directo. «Nunca lo había pensado, a mí me gusta mucho mi trabajo, pero si tuviera que elegir y no fuera necesario entrenar demasiado, creo que lo que más me gustaría sería subir allí arriba y ver todo desde ahí», les dijo.

3. Vive en una casa de alquiler . Durante todos estos años, no ha querido instalarse en la vivienda que hay en el ático de la Cancillería de Berlín, que ocupó en su día el socialdemócrata Gerhard Schröder. Sigue en su casa, frente al Museo Pérgamo, aunque en 2005 compró una casita con 50 metros de jardín en Brandenburgo , en mitad del campo. Allí cultiva patatas y fresas y ha confesado que no tiene coliflor «porque necestia demasiado cuidado y atrae a los caracoles».

4.No le gusta ir de compras. Ella hace la lista de la compra y se encarga del resto su marido , Joachim Sauer. A cambio ella cocina los fines de semana y le prepara a diario el desayuno, aunque en alguna ocasión la hemos visto en el supermercado de Friedrischstrasse, comprando algo de última hora, concretamente unos puerros. Sus chaquetas las hace a medida la diseñadora Bettina Schoenbah y sus collares gargantilla los compra una vez al año y or catálogo al orfebre Hans-Peter Weyrich, de Idar-Oberstein.

5.Tiene un teléfono Motorola . Porque es el más seguro y el que le recomienda su personal de seguridad . Envía muchos mensajes SMS todos los días, pero no tiene cuentas en las redes sociales. Su portavoz, Steffen Seibert, twittea por ella muy frecuentemente, pero Merkel prefiere evitar esa exposición y su equipo lo considera un acierto.

6.Hay una muñeca Barbie inspirada en ella . Mattel presentó en febrero de 2009 su diseño en la Feria Internacional del Juguete de Nurenmberg. No está a en venta, fue un homenaje a la canciller alemana, a la que le gustó el detalle, pero anotó que la cara y la figura no se parecían mucho a ella . «Nuestra intención no es crear una copia de alguien, no somos Madame Tussauds», dijo la portavoz de Mattel, Stephanie Wegener, «es sólo una muñeca en su honor por que usted es ejemplo para muchas niñas y mujeres en el mundo».

7.A su marido le gusta la ópera, pero lo que a ella de verdad le gusta es el fútbol . La hemos visto entusiasmada en partidos de la selección alemana y confiesa que un planazo de domingo es pasar la tarde tranquilamente en casa, cocinando mientras escucha en la radio las retransmisiones de la Bundesliga.

8.Educada en el estricto protestantismo, no le gusta que la besen, abracen o manoseen . Y mucho menos en público . Nuestras maneras mediterráneas le resultan un poco incómodas. Por eso la Embajada alemana en París acudió en 2008 al Elíseo, para pedir por favor al equipo de Sakozy que trasladasen al presidente francés la solicitud de que no eran necesarios tantos arrumacos en las bilaterales para que el eje franco-alemán continuase estando bien engrasado.

9. Le dan miedo los perros . «No miedo pero sí inquietud, porque me mordió uno de niña», explica ella, recordando con disgusto la visita a Putin en su residencia de Sochi, cuando el presidente Putin dejó entrar en la sala durante toda la entrevista a su imponente labrador negro Kuni, «a pesar de que sabía muy bien que yo no tenía interés especial en saludar a su perro».

10.Merkel tiene dos hermanos pequeños : Marcus, nacido en 1957 e Irene, en 1964. Su padre falleció en septiembre de 2011, pero su madre, de 89 años, todavía vive. La canciller alemana la visita de vez en cuando y se conforta en que «tengo dos hermanos que tienen más tiempo para pasar con ella».

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