El líder de los socialistas portugueses, Antonio Costa
El líder de los socialistas portugueses, Antonio Costa - AFP

Claves de la izquierda radical que seducen a António Costa

El líder socialista portugués barajó aliarse con el Bloco de Esquerda y la CDU comunista sólo cuando aceptaron no reclamar la salida del euro

Corresponsal en Lisboa Actualizado: Guardar
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El acercamiento entre el Partido Socialista portugués y las dos coaliciones que ocupan su flanco más izquierdista se ha fraguado en las últimas semanas con una premisa fundamental: António Costa sólo se sentaba a la mesa con Catarina Martins (Bloco de Esquerda) y con Jerónimo de Sousa (CDU) si ambas formaciones olvidaban por completo la petición de que Portugal salga del euro.

Cierto que la cuestión ha quedado aparcada en las negociaciones, pero los términos de su convergencia en absoluto garantizan al líder del PS un cheque en blanco.

Los cuatro años de austeridad vividos en Portugal, bajo el mandato de Passos Coelho y su alianza de centroderecha con Paulo Portas, han llevado a estos dos partidos a distanciarse de semejantes planteamientos de forma radical.

Y Costa parecía dispuesto a echarse en sus brazos con tal de llegar al poder, en vista de que sus 86 diputados necesitaban de los 19 y 17 del BE y la CDU, respectivamente, con el fin de superar los 116 escaños necesarios en el Parlamento luso para gobernar sin necesidad de buscar pactos puntuales.

Catarina Martins ha hecho de la reestructuración de la deuda pública uno de sus caballos de batalla, además de no querer oír ni hablar de recortes. Otra cosa es de dónde saldría la financiación de las subvenciones que reclama.

Tampoco puede desdeñarse que su relación con la CDU, liderada por los comunistas, está en punto muerto. Tanto es así que el acuerdo tripartito del que se ha venido hablando no es tal en realidad: el Bloco negoció con los socialistas y la CDU también, pero cada uno por separado.

Por tanto, se acumulan los indicios que determinan la fragilidad de un gobierno a tres de giro izquierdista en un país donde nunca antes imperó la lista que no hubiera sido la más votada.

Para colmo, el Partido Comunista Portugués se ha plantado ante sus «familiares» europeos para que se atrevan a romper la férrea disciplina del euro. Unas conversaciones al margen de su hilo con António Costa.

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