Breivik hace el saludo nazi a su llegada a los tribunales de la prisión de Skien

El asesino de extrema derecha Anders Behring Breivik, que asesinó a 77 personas en Noruega en 2011, ha hecho su primera provocación a la llegada a los tribunales donde comienza su juicio contra el Estado por las condiciones de su detención, realizando el saludo nazi a su llegada. Con la cabeza rapada, con traje oscuro y camisa blanca, Breivik ha girado su rostro hacia la prensa durante algunos minutos, para luego alzar su brazo.

El autor de los atentados de Oslo emprendió acciones legales contra el Estado noruego por violar sus derechos humanos con el régimen de aislamiento de estos los últimos cuatro años. La defensa de Breivik ha presentado ante el principal tribunal de Oslo una demanda en la que alude a la Convención Europea de Derechos Humanos para exigir el fin del aislamiento de su cliente y de la censura a sus escasas comunicaciones.

«Tiene un alto grado de aislamiento», explicó entonces el abogado de Breivik, Oeystein Storrvik. «Nosotros defendemos que tiene derecho a estar en contacto con otra gente», insistió en declaraciones a la agencia de noticias Reuters. Storrvik descartó que Breivik corra peligro, a pesar de que el año pasado otro preso le amenazó directamente. «Si no hay una puerta entre nosotros, te mataré», le espetó. «Fue un caso muy especial. Realmente creo que puede estar con otros presos sin sufrir daños», sostuvo el letrado.

El 22 de julio de 2011, Breivik explotó una bomba en el centro de Oslo acabando con la vida de ocho personas y después cogió un bote para llegar hasta una isla cercana donde el Partido Laborista celebraba un campamento de verano y mató a 69 personas, la mayoría adolescentes. Breivik, ahora de 36 años de edad, fue condenado a 21 años de cárcel —la máxima pena privativa de libertad en Noruega—, aunque puede ampliarse si las autoridades judiciales consideran que sigue siendo un peligro para la sociedad.