El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante la rueda de prensa con su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante la rueda de prensa con su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif - efe

El ministro de Exteriores analiza el conflicto en Siria con su homólogo iraní

Margallo asegura que si la UE no es más activa en la crisis de los refugiados puede generar más extremismo

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El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, advirtió este domingo en Teherán de que la Unión Europea debe adoptar una posición mucho más activa en la solución de la crisis de los refugiados, si no quiere que se genere más extremismo y violencia.

García-Margallo, que compareció ante los periodistas tras reunirse con su colega iraní, Mohamed Yavav Zarif, hizo especial hincapié en la responsabilidad europea para hacer frente al drama de los refugiados y a los conflictos que se producen en la región de Oriente Próximo están en el origen del éxodo que se vive en las últimas semanas, de manera especial con destino a Alemania.

El ministro, que indicó que se trata de «una tragedia inasumible» reclamó un posición «más activa y generosa» de los Veintiocho, «porque —dijo— la imagen de la UE está sufriendo en la región y eso puede generar más extremismo y más violencia».

En ese sentido, insistió en que España está dispuesta a hacer «el máximo esfuerzo» de solidaridad, aunque precisó que es la Comisión Delegada creada por el Gobierno para tratar la crisis de los refugiados, la que debe concretar ese esfuerzo. En esa comisión, destacó «la muy importante presencia del Ministerio de Hacienda», ya que cualquier decisión —puntualizó— «debe incluir el compromiso de contar con recursos para proporcionar a los refugiados una vida digna: vivienda, trabajo y servicios sociales y de sanidad».

El ministro señaló también que hay que atacar el origen del conflicto sirio, un punto en el que dijo haber coincidido con Zarif en que los principios básicos son mantener la soberanía siria, la integridad territorial de ese país, la no interferencia y acabar con el sectarismo y el extremismo.

El ministro de Exteriores de Irán, un país tradicionalmente aliado del régimen de Bashar Al Assad, afirmó que «los que han puesto condiciones sobre la presidencia son los culpables de los que está pasando en Siria al querer imponer algo desde fuera».

Zarif reconoció también que con su colega español había mantenido «diferentes puntos de vista respecto a los derechos humanos».

Irán reconoció el papel que España desempeña como presidente del Comité de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que será el encargado de vigilar el acuerdo en materia nuclear del pasado 14 de julio.

En este punto, García-Margallo anunció que este domingo llegaba a Teherán una delegación del Consejo de Seguridad Nuclear español para colaborar en la implementación de los puntos de ese acuerdo, que podría ver adelantado su calendario, inicialmente previsto para finales de diciembre.

García-Margallo se encuentra en Teherán, junto con los ministros de Industria, Energía y Turismo, Joée Manuel Soria, y de Fomento, Ana Pastor, al frente de una delegación de medio centenar de empresarios, entre ellos algunos tan destacados como el consejero delegado de Respsol, Josu Jon Imaz, y el vicepresidente de Cepsa, Pedro Miró; o el presidente de Ineco, Jesús Silva.

En un foro empresarial hispano-iraní, los tres ministros lanzaron el mensaje de que las empresas españolas quieren volver a Irán y su voluntad no es hacer negocios y marcharse.

Ana Pastor anunció la próxima suscripción de un convenio para el establecimiento de vuelos directos de pasajeros y carga de Teherán a Madrid y Barcelona, por parte de dos compañías iraníes y una española, un paso que facilitaría los intercambios entre los dos países.

El presidente iraní, Hassan Rohani, que recibió a los tres ministros, prepara un plan quinquenal de inversiones, que llegará hasta 2021, por un montante que puede alcanzar los 361.000 millones de dólares. Las empresas españolas aspiran a estar presentes en la construcción de diversas infraestructuras, especialmente en el sector ferroviario.

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