El presidente Ahmadineyad inspecciona en 2007 la central nuclear de Natanz
El presidente Ahmadineyad inspecciona en 2007 la central nuclear de Natanz - efe

¿Será el mundo ahora más seguro, como afirma Obama?

Irán tardará más en dotarse del arma nuclear, pero tendrá más dinero para sus campañas convencionales en Oriente Próximo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Dos semanas después de la reconciliación con Cuba, Barack Obama ha decidido invertir todo su poder y prestigio personal en el acuerdo nuclear con Irán. El mundo es con este acuerdo «más seguro», ha dicho el presidente de la superpotencia y premio Nobel de la Paz. El pacto firmado entre el régimen fundamentalista de Teherán y las seis potencias mundiales es el resultado de dos años de negociaciones, dirigidas a desactivar uno de los contenciosos más explosivos del planeta.

¿Ha renunciado Irán a ser una potencia nuclear?

En absoluto. El acuerdo de Viena establece una reducción de las actuales capacidades nucleares de Irán, pero no el desmantelamiento de esas estructuras. Se reconoce a Irán el derecho a desarrollar una energía nuclear de uso solo civil, a cambio del compromiso de Teherán de permitir inspecciones rápidas de la ONU para asegurar que no avanza en su capacidad de dotarse del arma atómica.

¿Cómo se garantiza que no habrá una energía nuclear de doble uso, civil y militar?

Según los expertos que han intervenido en el acuerdo de 109 páginas, la reducción de las instalaciones nucleares iraníes existentes exigirá a Teherán hasta un año para fabricar la bomba atómica, frente a los dos o tres meses que le separan en la actualidad de esa posibilidad, según los análisis de la inteligencia israelí y norteamericana.

¿Qué obtiene Irán a cambio?

A partir del primer semestre de 2016, Irán obtendrá un levantamiento progresivo de las sanciones económicas internacionales adoptadas desde 2006 por Estados Unidos, la UE y la ONU. Se establece un pequeño margen para asegurar que Irán empieza a cumplir con lo prometido antes. Tal como ha reiterado Obama, una violación iraní del acuerdo haría reversible el sistema de sanciones que ha diezmado la economía persa. Sin sanciones, y con un fabuloso potencial de recursos en petróleo y gas, el comercio iraní puede llegar a insuflar a las arcas públicas hasta un extra de 100.000 millones de dólares. Una fabulosa cifra que permitiría a Irán romper un día el trato (el acuerdo es de vigencia limitada) y volar de nuevo hacia el arma atómica.

¿Se levanta también el embargo de armas?

Esta era una de las exigencias del régimen teocrático iraní, pero el acuerdo no lo establece. Se mantiene por tanto la prohibición de vender armas a Irán, y a este de comerciar con las suyas, durante al menos otros cinco años, a menos que el Consejo de Seguridad de la ONU establezca otra cosa. No obstante, el embargo no impide a Irán comprar armas en el mercado negro, y enviarlas a todos los gobiernos y movimientos armados que apoya en Oriente Próximo. En la actualidad, Irán arma y entrena a las fuerzas regulares y voluntarias de Irak, al régimen sirio de Al Assad, a los rebeldes de Yemen, y a los libaneses de Hizbolá. No hay argumentos para apoyar el optimismo del presidente Obama respecto al presunto pacifismo de Irán, tras la firma del acuerdo de Viena. Por el contrario, va a disponer de mucha más liquidez para sus operaciones en el extranjero.

¿Qué posibilidades existen de que el acuerdo sea bloqueado por el Congreso de EE.UU., controlado por la oposición republicana?

El acuerdo debe ser ahora debatido en las dos cámaras del Congreso norteamericano, que dispone de 60 días para pronunciarse. Tanto los líderes republicanos de ambas cámaras como los candidatos a las primarias de ese partido se han mostrado contrarios al pacto con Teherán, que no hace ninguna referencia a dos grandes motivos de preocupación: la falta de libertades en Irán, y el objetivo formal del régimen jomeinista de destruir el Estado de Israel. No obstante, Obama ha subrayado que usará su poder de veto frente a cualquier intento del Congreso de impedir o retrasar el acuerdo.

¿Será capaz Israel de llevar a cabo bombardeos contra las instalaciones nucleares iraníes?

Esa posibilidad existió en el pasado, pero afortunadamente nunca se llevó a cabo. Ahora es mucho más remota, por no decir imposible, una vez que la administración norteamericana ha echado el resto con la vía de la conciliación. Al Gobierno conservador de Benjamin Netanyahu solo le queda la carta del «sabotaje» del acuerdo a través del «lobby» israelí en el Congreso norteamericano, a la espera del próximo inquilino dela Casa Blanca.

Ver los comentarios