Tsipras y Juncker, ayer en Bruselas
Tsipras y Juncker, ayer en Bruselas - efe

Grecia retrasa el pago al FMI a finales de junio por el desacuerdo con sus acreedores

Crecen las quejas en el seno de Syriza por lo que se considera una «cesión inadmisible» en materia de reformas

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El Gobierno griego de Syriza ha informado al Fondo Monetario Internacional (FMI) de que no le pagará el vencimiento de 300 millones que debía abonar este viernes y de que en su lugar agrupará todos los pagos de junio, que ascienden a 1.600 millones de euros, y los devolverá conjuntamente el día 30.

La decisión de Atenas se produce después del fracaso de las negociaciones que mantuvo este miércoles el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, con los presidentes de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, para desbloquear el último tramo de 7.200 millones del rescate a Grecia.

Las normas del FMI permiten este agrupamiento (excluyendo los intereses, que deben abonarse a tiempo) con el fin de «hacer frente a las dificultades administrativas de realizar múltiples pagos en un corto periodo de tiempo», ha agregado el portavoz.

Pese a ello, el último país que se acogió a esta posibilidad fue Zambia en los años 80. De hecho, ayer este país Zambia se convirtió en trending topic ya que miles de helenos se pusieron a buscar información sobre este método que permite a Grecia ganar tiempo y conseguir el dinero antes de declararse en quiebra.

Mientras, el primer ministro griego Alexis Tsipras se volverá a entrevistar la semana próxima en Bruselas con el presidente de la Comision Europea, Jean Claude Juncker, y con Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo. Fuentes gubernamentales griegas dan a entender que existirá una nueva hoja de ruta griega y Tsipras no ha dejado de recibir en su despacho a distintos ministros empezando por el de Finanzas, Yanis Varufakis, que no estuvo presente en la larga reunión con Juncker y Dijsselbloem en la noche del miércoles. Lo que sí es seguro es que la diferencia entre la propuesta griega y la de los acreedores representa más de 2.000 millones de euros que los griegos deben cubrir reduciendo gastos y aumentando los impuestos, algo contrario al concepto básico del programa electoral de Syriza.

El gobierno insiste en que la propuesta griega es realista: se trata de un texto de 47 páginas, nada que ver con las cinco páginas presentadas en Bruselas por Juncker. Ninguno de estos textos ha sido publicado hasta ahora. Pero el texto presentado por Juncker ha indignado al gobierno y al partido Syriza al incluir, según las declaraciones del primer ministro, dos puntos críticos: reducción parcial de las pensiones (proponiendo eliminar un suplemento estatal para las pensiones más modestas denominado EKAS que oscila entre los 57 y los 230 euros mensuales, y reducir algunas jubilaciones), asi como el imponer a las facturas de electricidad un IVA del 23% (hasta ahora es del 13%).

Estas medidas y otras más representan un intento de reducir los gastos estatales y aumentar sus ingresos, dado que aunque se esperan unos superávit primarios muy reducidos, el estado griego sigue teniendo elevados gastos y la única medida segura es la reducción de las pensiones. Las recaudaciones fiscales son desde diciembre pasado mucho menores de las esperadas a pesar de las promesas del gobierno de que el sistema sera más justo y que pagarán más impuestos los más pudientes.

Las reacciones no se han hecho esperar en el partido Syriza: el ala más radical piensa que es mejor romper con los acreedores afirmando en la página digital iskra que los acreedores «arrastran al país a una situación de asfixia económica. Existe alternativa a las medidas de austeridad, a las privatizaciones y a los ajustes» (sin decirlo ello representa una quiebra y salida del euro). Mientras otros exigen unas elecciones generales para que el pueblo griego confirme el aceptar duras reformas y más sacrificios. Hasta el ministro del Interior, Nikso Vutsis, ha llegado a declarar que la última propuesta del gobierno de coalición de conservadores y socialistas era «mucho menos dolorosa» que la actual. Algo que repite hasta la saciedad la oposición encabezada por los conservadores de Nueva Democracia, que consideran que el actual gobierno ha perdido valioso tiempo mientras que el sector privado griego se hunde y peligra este año hasta la única «industria» del país, el turismo.

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