La jefa de la delegación de EE.UU. abandona el Palacio de Convenciones de La Habana tras la reunión de ayer
La jefa de la delegación de EE.UU. abandona el Palacio de Convenciones de La Habana tras la reunión de ayer - afp

Cuba y Estados Unidos avanzan hacia la reapertura de embajadas

La jefa de la delegación de EE.UU. se reúne hoy con varios opositores

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Las conversaciones bilaterales de mayor rango oficial entre Estados Unidos y Cuba en más de cuarenta años comenzaron ayer en La Habana con la meta a corto plazo de proceder a la reapertura de las respectivas embajadas. Cerradas ambas desde 1961, las actuales legaciones funcionan como «sección de intereses».

En la sesión de ayer, el diálogo entre los dos países fue «fluido» y «distendido», y se desarrolló en un clima de «respeto», según el Ministerio de Exteriores cubano. Este precisó que lógicamente todos los temas, muchos de ellos técnicos, no pueden abordarse en un día, sino que se irán resolviendo en sucesivos encuentros.

Las negociaciones las mantuvieron la directora para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, Josefina Vidal, y la subsecretaria para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, Roberta Jacobson.

Además de asuntos sobre diplomacia también trataron sobre servicios postales, narcotráfico y lucha contra derrames petroleros.

Estados Unidos plantea elevar sustancialmente el número de diplomáticos que puede destinar a La Habana (en la actualidad está limitado a 51 personas), y pide que puedan moverse por el país (ahora no pueden salir del área de la capital). Similares medidas, como contrapartida, se aplican a los diplomáticos cubanos destinados a Washington.

Los estadounidenses también reclaman menor presión de los servicios de inteligencia cubanos sobre su sede diplomática, pues los trescientos trabajadores locales de la «sección de intereses» son contratados directamente por el Gobierno castrista y regularmente reportan a las autoridades el trabajo interno en el que participan. También piden menor presencia de espías en el exterior del edificio.

Cuba fuera de la lista de países terroristas

Los cubanos, por su parte, desean que EE.UU. retire a Cuba de su lista de países que patrocinan el terrorismo internacional, tal como ha prometido el presidente Barack Obama. Fuentes cubanas citadas por medios estadounidenses precisan que esa salida de la lista no es una «condición previa», pero tendría que producirse al poco tiempo.

EE.UU. catalogó a Cuba como país que fomenta el terrorismo en 1982, a raíz de la acogida a miembros de ETA y las FARC colombianas. El Departamento de Estado ya ha comenzado una revisión y cuando apruebe la retirada tendrán que pasar 45 días hasta que entre en efecto.

La decisión de apertura de embajada la puede tomar el presidente estadounidense sin aprobación en el Capitolio, pero el nombramiento de embajador tiene que autorizarlo el Senado. Los senadores de origen cubano que lideran la oposición a Cuba, el republicano Marco Rubio y el demócrata Robert Menéndez, han advertido que pueden boicotear el nombramiento, además de dificultar la financiación de las partidas destinadas al funcionamiento a la nueva embajada. Ambos reclaman que EE.UU. no ceje en su defensa de los derechos civiles en la isla.

Precisamente para demostrar que Washington no tiene intención de taparse los ojos, Roberta Jacobson tendrá hoy un desayuno en La Habana con representantes de la sociedad civil, entre ellos diversos disidentes.

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