Nada ha sido igual para la escudería desde la marcha de Fernando Alonso. La marca gala, ahora británica tras la conversión en Lotus, tocó el cielo de la mano del asturiano y de Flavio Briatore en los años 2005 y 2006 con la consecución del título de constructores y piloto. A partir de ahí viviría una temporada desastrosa en 2007 en la que no logró ni una sola victoria tras el traspaso del piloto español a McLaren. Después de dos temporadas con más sombras que luces y tras el regreso de Alonso a la escudería, el asturiano fichó por Ferrari y Briatore fue sancionado de por vida por el caso Piquet, en el que el brasileño afirma sufrir presiones por parte del equipo para simular un accidente y de este modo favorecer a su compañero.
Llegó a la competición en 2002 después de ser proveedor de motores en los años 90 para Benetton y Williams para posteriormente absorber a a los primeros y asumir toda la infraestructura del equipo. Un año más tarde, con Alonso como primer piloto, logró su primera 'pole', podio y victoria. Un año grandioso que tendría continuidad con el siguiente con dos campeonatos consecutivos.
Tras marcharse el asturiano a McLaren la escudería comenzó a decaer. Alonso volvió una temporada después tras un difícil año en la escudería inglesa pero no fue suficiente para devolver las victorias. En 2008 el monoplaza no fue competitivo hasta las últimas carreras y el año siguiente fue un desastre para Renault. Nelsinho Piquet acusó al equipo de darle órdenes para favorecer a Alonso y estrellarse de manera intencionada, Briatore y Symonds fueron sancionados y el equipo se hundió.
En la temporada pasada, con la nueva marcha de Alonso, Renault confiaba en recuperar la gloria perdida de manos del polaco Robert Kubica, procedente de BMW Sauber y del ruso Vitaly Petrov. Al poco de comenzar el año, Kubica sorprendió al lograr un segundo puesto en Melbourne y un cuarto en Malasia, demostrando que podrían volver a luchar por buenos resultados. La escudería terminó el campeonato en una meritoria quinta posición, con 136 puntos, y Kubica se consolidó con un octavo puesto en el Mundial. A finales del 2010, Renault anunció la creación de Renault Sport F1, división del fabricante francés que se dedicaría a suministrar motores y tecnología a partir de esta campaña, tras la venta del 25% de la escudería a la empresa Genni Capital. Tras llegar a un acuerdo con Proton (propietaria de Lotus Cars) para el patrocinio, el nuevo equipo fue nombrado como Lotus Renault GP y compitió con los míticos colores negro y oro.
Para la temporada 2011, la escudería, que cuenta con una longeva aunque intermitente historia en el motor, contó en sus filas con Vitaly Petrov y Nick Heidfeld como pilotos titulares. El segundo sustituyó a Kubica después de que éste sufriera un grave accidente durante la disputa de un Rally en Italia y que le tuvo de baja durante toda la temporada. En las primeras carreras, los resultados de Lotus Renault fueron bastante buenos. Petrov consiguió el primer podio en Australia, acabando en tercer lugar y Heidfeld igualó el registro de su compañero en Malasia también con un tercer puesto. Sin embargo, a partir de aquel momento las prestaciones del equipo disminuyeron poco a poco, hasta el punto de luchar por los puntos. Heidfeld fue despedido y reemplazado por Bruno Senna a partir del Gran Premio de Bélgica.
La escudería pasa este año de ser el gran equipo campeón del mundo de Fórmula 1 con Fernando Alonso a servir de plataforma para el regreso definitivo de Lotus. El equipo británico anunció el fichaje del campeón del mundo de 2007, Kimi Räikkönen, dos días después del Gran Premio de Brasil 2011. La continuidad de Vitaly Petrov no estaba asegurada, y se barajaban entonces varias opciones. Finalmente, se anunció que el piloto que acompañará a al finlandés será el francés Romain Grosjean. El nuevo monoplaza del equipo tiene el nombre de Lotus E20 y con él, la escudería pretende volver a luchar por las victorias en los próximos años.
