El español Fernando Alonso (Ferrari) no pudo igualar este domingo en el Gran Premio de Brasil y pese a lograr el segundo puesto al tricampeón Ayrton Senna, al que admiraba cuando se inició en el karting. La temporada 2012 fue marcada por la impronta del asturiano, y de acuerdo a profesionales de la Fórmula 1, expilotos y jefes que equipo en actividad presentes en Sao Paulo fue la mejor de su carrera iniciada en 2002.
Con una Ferrari F2012 más lento que los Red Bull o los McLaren, resistió entre marzo y noviembre los embates de sus rivales para llegar al Gran Premio final en Interlagos con posibilidades de ser campeón. Esta madurez, esta serenidad digna de un samurai, viene montada en los más de 10 años de Alonso en la categoría, desde Minardi en 2002 a Ferrari en 2012. Entre esos dos extremos tuvo dos periodos en Renault muy diferentes, separados por una tormentosa temporada 2007 en McLaren. Alonso nunca soportó que el equipo tratara al debutante Lewis Hamilton en igualdad de condiciones, sin tener en cuenta su bicampeonato de 2005 y 2006.
Su primer triunfo fue en Hungría 2003 y en ese momento era el piloto más joven en lograrlo, ya que nació en Oviedo el 29 de julio de 1981. Las dos primeras coronas del español llegaron ante la titánica oposición del entonces monarca de la F1, el alemán Michael Schumacher, que venía de dominar sin interrupción entre 2000 y 2004. Alonso se sintió como en casa en Renault, ganó siete grandes premios por temporada y condujo al gran 'Schumi' a su retiro.
El español no tuvo más opción que regresar a una escudería Renault que ya no era la misma en 2008 y para colmo se vio involucrada en el "crashgate" en el GP de Singapur, donde el piloto brasileño Nelson Piquet Jr. chocó su auto a propósito para que Alonso gane, todo a pedido del jefe de equipo Flavio Briatore. Pero gracias al poderoso cheque el banco Santander, el asturiano pudo recalar en Ferrari, equipo traumatizado por la pérdida del título para Felipe Massa en la última curva de la temporada 2008 y el propio accidente del brasileño en 2009.
Con un Massa fuera de forma Alonso su puso la escudería al hombro en 2010 y logró que se llegara al último Gran Premio de Abu Dabi con opciones de campeonato. El español llegó al frente de la tabla a esa carrera, pero un error estratégico de Ferrari lo condenó a remontar posiciones, algo que no pudo lograr por el hábil bloqueo del ruso Vitaly Petrov, curiosamente en un Renault.
"Es mi peor recuerdo en Ferrari", dijo el viernes pasado en Sao Paulo el director del equipo, Stefano Domenicali. En 2011 nada se pudo hacer ante el aplastante dominio de Red Bull y solamente se logró el triunfo en el GP de Gran Bretaña. Y 2012 parecía ser igual de complicado para los bólidos rojos, más de un segundo atrás en la clasificación del GP de Australia en el inicio de la temporada.
Pero Ferrari mejoró su coche y principalmente Alonso echó mano a toda su experiencia para estar siempre en los puntos. Así, pese a que su último triunfo fue en el GP de Alemania en julio pasado, se las ingenió para llegar a Brasil como uno de los dos candidatos al título. El jueves pasado dijo con la voz de la experiencia más que como samurai, que si no se lograba, "probaremos otra vez el año que viene".
