Fernando Alonso se mostró muy decepcionado por perder el Mundial de Fórmula 1 de 2012. El piloto español compareció en la rueda de prensa oficial de la FIA con cara de pocos amigos, serio como pocas veces se le había visto. Demasiada tensión acumulada, demasiado cerca se quedó del título como para esbozar una ligera sonrisa. Quizá por eso ha recordado algunos incidentes que le han costado demasiados puntos, en concreto el choque de Romain Grosjean en Bélgica o una mayor dureza por parte de los comisarios hacia Vettel en la sesión de clasificación del GP de Japón. “Hemos perdido el campeonato, pero no ha sido aquí, en Brasil, sino en otras carreras en las que no tuvimos suerte, como cuando (el francés Romain) Grosjean te pasa por encima de la cabeza (en Spa), o cuando en Japón a Vettel sólo se le impuso una reprimenda después de una crono...”, se quejó el asturiano.
No obstante, se mostró orgulloso del equipo, aunque no dudó en recordar que no tenía la mejor arma posible para pelear por el campeonato. “Intentamos hacer todo lo posible, como siempre. Hoy hemos vuelto a hacer otro podio tras arrancar séptimos y sin el coche más rápido”, se resignaba el piloto español. “Ha sido un milagro que hayamos luchado hasta la última vuelta por el campeonato. Pese a perderlo, estamos orgullosos de ser subcampeones, algo que no todo el mundo puede decir”, cerró filas el español.
Después de un campeonato prácticamente perfecto, al que sólo le han faltado míseros tres puntos, Alonso ya piensa en la próxima temporada. Las sensaciones generales, si no las mejores posibles, son optimistas. “Cuando uno hace algo con el corazón durante tantos meses y dando el cien por cien debe estar orgulloso. Lo intentaremos el año que viene. Esperemos que en 2013 nos acompañe la suerte. Este ha sido el mejor año de mi carrera”, afirmó.
Muy en esa linea ha estado Felipe Massa. El piloto brasileño, notablemente emocionado, no pudo contener las lágrimas al verse de nuevo en el podio ante su público, que le jalearon y le vitorearon como si hubiera ganado la prueba. “Quiero un año diferente, competitivo, es todo lo que quiero", declaraba entre lágrimas, recordando las dificultades por las que ha pasado esta última temporada.
“Es sensacional correr aquí, delante de esta hinchada maravillosa. Volví a amar lo que hago. Estoy disfrutando, lo que no hice hasta la mitad del campeonato”, destacó el piloto brasileño, cuyo podio unido al abandono de Hamilton dio el subcampeonato de constructores a Ferrari.
