Sólo el 8% de las españolas cumple con la recomendación de la OMS sobre lactancia materna

La leche materna es el alimento óptimo para los bebés ya que contiene todos los nutrientes y vitaminas necesarios para su desarrollo. La Organización Mundial de la Salud afirma que las madres deben seguir dando el pecho a sus hijos durante un mínimo de seis meses después del parto. Pero no sólo eso. Se aconseja dilatar este período siempre que sea posible ya que la leche materna es el sustento ideal hasta que el niño cumple sus dos primeros años de vida.

Sin embargo, en España sigue siendo un reto conciliar la vida laboral o social con la vida familiar. En especial, se han detectado problemas para compaginar la lactancia materna después de la incorporación al trabajo, según desvela Suavinex, en su I Estudio sobre Conciliación y Lactancia.

El pasado mes de abril, esta empresa, especializada en productos para bebés y madres embarazadas, realizó una encuesta a 1.557 madres españolas de entre 20 y 50 años, que desvela datos interesantes sobre los problemas que encuentran las españolas a la hora de dar el pecho.

Sólo el 8% de las encuestadas cumplió con el objetivo, recomendado por la OMS, de continuar con la lactancia hasta los dos primeros años. El 46% de las mismas dejó de amamantar a sus bebés antes de cumplir los seis primeros meses, y de ellas, el 62%lo dejó por motivos laborales.

No obstante, existe una creciente tendencia de lo que se denomina 'lactancia prolongada' que se sostiene durante más de un año después de dar a luz. De hecho, el 18% de las españolas continúa dando el pecho por encima del primer año de vida del bebé. Pero no sin enfrentarse a varios obstáculos.

Sara Muñoz, Directora de Marketing y Ventas de Suavinex, explica que la mitad de las encuestadas reconoce haber tenido problemas en el trabajo por decidir continuar con la lactancia. «A pesar de ser un tema perfectamente regulado, muchas madres se sienten rechazadas cuando se ven obligadas a solicitar un cambio en sus horarios o tareas», apunta la experta.

Tras la incorporación al trabajo, un 43% de las madres solicitaron una reducción de jornada, a pesar de las consecuencias negativas que esto supone, tanto salariales como en la asignación de funciones. Un 8% de las mismas optó por otro tipo de medidas como solicitar una excedencia, hacerse autónomas o recibir ayuda por parte de abuelos u otras personas que pudieran hacerse cargo del cuidado de los niños. Y, existe un altísimo 7% de estas mujeres que se vieron obligadas a abandonar su puesto de trabajo.

Respecto a la lactancia, entre las madres españolas que desean seguir amamantando, sólo un 6% cuenta con medidas especiales dentro de la empresa como salas de lactancia o guarderías. El 28% utiliza la reducción de jornada, el 27% lo hace únicamente fuera de las horas de trabajo y el 30% escoge la extracción previa de la leche materna.

Por ello, Sara Muñoz sostiene que los productos de lactancia son los grandes aliados. Según ella, «el 80% de las madres asegura haber usado discos absorbentes para las pérdidas de leche y el 74% reconoce la utilización de extractores para facilitar la administración a sus hijos y poder controlar la cantidad».