Eurovisión sopla las velas: los momentos inolvidables del festival en sus 60 años
Conchita Wurst - afp
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Eurovisión sopla las velas: los momentos inolvidables del festival en sus 60 años

Los triunfos de ABBA o Conchita Wurst, la irrupción de Jimmy Jump sobre el escenario o el polémico desnudo de una presentadora, entre los «momentazos» de un certamen que este año alcanza su sesenta aniversario

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Los triunfos de ABBA o Conchita Wurst, la irrupción de Jimmy Jump sobre el escenario o el polémico desnudo de una presentadora, entre los «momentazos» de un certamen que este año alcanza su sesenta aniversario

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  1. Seis décadas de recuerdos

    Conchita Wurst
    Conchita Wurst - afp

    Pese a ser considerado por muchos como un festival añejo y deslucido, Eurovisión cumple esta semana 60 años en un estado de forma excepcional: ahora es cuando más países participan, más espectadores siguen el show y más se apuesta por la innovación tecnológica para ofrecer un espectáculo técnico y visual único en el continente.

    En estas seis décadas, el certamen ha dejado lugar para muchas anécdotas y situaciones memorables, artistas de renombre han pisado el escenario y muchos otros cantantes saltaron a la fama mundial tras su paso por el concurso. ABC se sumerge en los recuerdos del famoso festival para destacar los diez momentos que son seña de identidad del certamen. ¿Sabías que Celine Dion representó a Suiza y que ganó? ¿Cuál fue la canción con la que ABBA obtuvo el triunfo en 1974? ¿Qué artistas tuvieron que cantar dos veces su canción por un fallo técnico o porque un espontáneo deslució su puesta en escena? Disfruta con nosotros de este viaje de 60 años por los momentos únicos del festival de Eurovisión.

  2. 1958: El famoso «Nel blu dipinto di blu» no se escuchó en media Europa

    Domenico Modugno - ABC

    Debido a su amplia logística y dificultad técnica, el festival de Eurovisión no ha conseguido escapar a lo largo de su historia de los fallos de realización a los que cualquier gran producción televisiva se expone. Canciones que no suenan, equívocos en la realización, confusión con los votos, espontáneos en el escenario... En sus 60 ediciones hay ejemplos que ponen de manifiesto esos típicos errores que, a su vez, demuestran también la gran magnitud de un festival que con el paso de los años se ha convertido en una referencia para las nuevas tecnologías audiovisuales y los recursos de escenografía.

    Su primer gran fallo de realización lo encontramos en 1958, en la tercera edición del ahora longevo certamen. Domenico Modugno fue el representante italiano en aquel festival con la famosísima canción «Nel blu Dipinto di blu». Pero debido a un fallo en la red al principio del programa, la actuación italiana no se pudo ver en algunos países. Una vez que todos los temas habían sido interpretados, el representante transalpino fue invitado por la organización a interpretarla nuevamente.

    Pese a ser uno de los mayores éxitos internacionales de la canción italiana, esa noche Domenico Modugno no pasó de la tercera plaza. El cantante volvería a intentarlo al año siguiente con «Piove (Ciao, ciao bambina)», quedando sexto, y en 1966 con «Dio, come ti amo», obteniendo la última plaza.

  3. 1969: It's a tie!

    Massiel, junto a las cuatro ganadoras del festival de 1969 celebrado en Madrid
    Massiel, junto a las cuatro ganadoras del festival de 1969 celebrado en Madrid

    Tras el triunfo de Massiel con su mítico «La la la», España tuvo el encargo de organizar el festival de Eurovisión de 1969, el único que se ha celebrado hasta la fecha en nuestro país. TVE escogió el Teatro Real de Madrid como sede y Salvador Dalí elaboró el cartel promocional. El gobierno de Franco levantó para la ocasión el estado de excepción para recibir a las delegaciones invitadas.

    Durante la gala se sucedieron diversos problemas técnicos que evidenciaron la limitada capacidad que tenía TVE para emitir tan complejo festival. Sin embargo, el momento de mayor tensión se produjo cuando, tras las votaciones, cuatro países empataron en primera posición.

    La presentadora Laura Valenzuela estaba asombrada por «ese inesperado final» y tuvo que llamar al secretario escrutador de la UER, Clifford Brown, para que le aclarase qué país era el ganador y a quién debía entregar el premio. Pero las reglas no preveían que hubiese un empate y por, tanto, las cuatro canciones empatadas a 18 puntos fueron las ganadoras (Reino Unido, Francia, Países Bajos y España). En directo, se otorgaron a las intérpretes los cuatro trofeos que había preparados (a compositor, letrista, director de orquesta e intérprete). Al año siguiente se modificó el sistema de votación para evitar que un nuevo empate pudiera darse.

    Así, España fue el primer país que ganó dos veces de forma consecutiva el festival. Desde entonces, no hemos vuelto a lograr el triunfo.

  4. 1974: ABBA, el grupo que lo cambió todo

    «Después del 6 de abril de 1974, el Festival de Eurovisión está muerto. Los días en que chicos y chicas más o menos lindos simplemente cantaban una canción se han ido. Ahora esperamos más que eso: una buena canción, un buen show, un buen atuendo. ABBA introdujo una nueva fórmula y solo podemos estar alegres por ello». «Disc magazine» escribió al día siguiente del festival lo que el triunfo de ABBA en Eurovisión evidenció: un cambio total sobre la idea preconcebida del certamen, que abandonaba lo estrictamente musical para convertirse en un show televisivo. El giro llegó con esta banda sueca que creó su propia leyenda en el mundo de la música.

    «Waterloo» fue el tema con el que lograron el triunfo en el festival. Para la actuación, los cuatro miembros de ABBA vistieron atuendos llamativos diseñados por Inger Svvenke, y el director de orquesta Sven-Olof Walldoff se disfrazó como Napoleón Bonaparte. A pesar de que la interpretación vocal de los cuatro no fue la mejor, se llevaron 24 puntos, consiguiendo el primer triunfo para Suecia en el concurso y un éxito de alcance internacional.

    Eurovisión fue su trampolín hacia la gloria, aunque después siempre renegaron de su participación en el festival. «Dancing Queen», «The winner takes it all», «Super Trouper» o «Gimme gimme gimme» son algunos de los otros grandes éxitos de este cuarteto que permaneció unido hasta 1982.

  5. 1985: Un desnudo... ¿imprevisto?

    Lill Lindfors fue la presentadora del festival de 1985, que se celebró en Gotemburgo (Suecia) tras el triunfo el año anterior del grupo Herrey's. En un momento dado de la gala, la anfitriona bajó las escaleras del escenario con un conjunto verde y, ante la sorpresa de todos, la parte de abajo se quedó enganchado con algo del suelo y se le cayó. La pobre presentadora, presa del pánico, parecía no saber qué hacer al ver cómo estaba mostrando a toda Europa su ropa interior en este desafortunado desliz mientras el público del Scandinavium contemplaba atónito el momento.

    Sin embargo, en este caso, había truco. A continuación, Lindfors transforma lo que en principio era una camiseta en un vestido largo. Un «sorpresa» preparada que fue premiada con una gran ovación. Pero este guiño humorístico no gustó mucho a la UER, ente organizadora del certamen, puesto que no contaba con su autorización y no se hizo en el ensayo general del día anterior para mantenerlo en total secreto.

  6. 1988: Una desconocida Celine Dion gana el festival

    Es una estrella mundial, ha vendido más de 200 millones de discos a lo largo de su carrera musical y, sin embargo, muchos no saben que ganó el festival de Eurovisión. Con tan solo veinte años, Celine Dion logró el triunfo en el certamen representando a Suiza y con la canción «Ne partez pas sans moi» («No te vayas sin mi»). La artista es canadiense, pero no dudó en representar a Suiza cuando se lo ofrecieron. «Ellos me pidieron participar por un país que no era el mío. La canción era increíble y yo no sentí que estuviera representando a alguien, simplemente canté lo mejor posible. Todo salió muy bien y estoy muy agradecida al festival» .Su victoria, sin embargo, fue una de las más reñidas que se recuerdan en Eurovisión. Cuando concluyó la penúltima votación, el representante británico Scott Fitzgerald tenía una ventaja de cinco puntos sobre Celine Dion. El jurado yugoslavo otorgó en la votación final seis puntos a la canción suiza y ninguno a Reino Unido, por lo que finalmente el festival lo ganó la por entonces jovencísima Celine.

  7. 1990: La «espantá» de Azúcar Moreno en Zagreb

    En 1990, Encarna y Toñi Salazar fueron las encargadas de defender a España en Eurovisión con la canción «Bandido». El sorteo preliminar estableció que ellas debían ser las primeras en cantar, por lo que justo antes de arrancar la gala ya estaban preparadas en el «backstage» para pisar con mucha firmeza el escenario de Zagreb. Pero justo en el momento de su actuación, comenzaron los problemas: el director de orquesta, Eduardo Leyva, no escuchó la música pregrabada y no pudo dirigir correctamente a los músicos. Esto provocó que la melodía no sonara bien y, tras unos segundos de incertidumbre, Encarna y Toñi decidieron abandonar el escenario ante la estupefacción de todos.

    Al público no le quedó más remedio que aplaudir para evitar un incómodo silencio mientras la cadena yugoslava intentaba subsanar el error. Finalmente fue así y, unos minutros después, Azúcar Moreno volvió a salir al escenario para lograr un meritorio quinto puesto.

    Sin embargo, éste no fue el único obstáculo que las hermanas Salazar tuvieron que superar en su periplo eurovisivo. Después del último ensayo, la organización extravió las maletas en las que guardaban sus vestidos rojos para la actuación y se vieron obligadas a buscar a última hora dos nuevas prendas por todas las tiendas de Zagreb.

  8. 1998: Con Dana International llegó el escándalo

    Veinte años después de la victoria de ABBA, una joven transexual consiguió acaparar la mayor atención mediática que se recuerda en torno a un artista «eurovisivo» desde el triunfo del grupo sueco. Fue Dana International con su himno «Diva», que venció en el primer festival donde ya se usó de manera masiva el voto telefónico de los espectadores. Su éxito vino precedido de una gran polémica por su mera participación representando a Israel. La ultraortodoxia israelí llegó a calificar a Dana como el demonio y recibió amenazas de muerte, una polémica que provocó que la televisión hebrea no enviase comentarista al certamen.

    El tema, sin embargo, se impuso con 172 puntos en la noche del festival y al volver a actuar Dana lució su ya mítica chaqueta de plumas creada por Jean-Paul Gaultier. Numerosos jóvenes salieron a las calles de Tel-Aviv para celebrar el triunfo, un claro gesto que demostraba que el país estaba con su nueva heroína nacional.

    La popularidad de Dana subió como la espuma. Se convirtió en la primera artista israelí en ser entrevistada por la MTV y vendió 400.000 copias del single que le dio el triunfo en Eurovisión. Su victoria fue vista también como un triunfo de los derechos del colectivo transexual.

    En 2011 Dana International volvió al festival con la canción «Ding Dong», aunque en esta ocasión no pudo pasar de las semifinales. Un fuerte batacazo para una de las grandes glorias del festival.

  9. 2006: Los monstruos del infierno ganan el festival

    Sólo unos personajes extravagantes pueden decir que han ganado el festival de Eurovisión. Y ellos son los integrantes del grupo finlandés Lordi, que se alzaron con el triunfo en la edición de 2006. La banda de hard rock y heavy metal se creó en 1992 y se caracteriza porque en los conciertos y en los videoclips sus miembros llevan trajes de monstruos o demonios.

    Llegaron a Eurovisión con tres discos ya en el mercado pero sin el apoyo total de la televisión finlandesa, que se negó a pagar la pirotecnia que la banda pretendía utilizar sobre el escenario de Atenas. Ante la negativa, el grupo pidió ayuda económica a sus fans y finalmente pudo adornar su actuación con una batería de fuego.

    Tras su victoria en el festival, la primera para Finlandia desde su debut en 1961, fueron recibidos en su país con todos los honores y rompieron el récord mundial Guiness de Karaoke cuando cerca de 80.000 personas cantaron su canción «Hard rock Allelujah» durante las celebraciones.

    La participación del grupo en el festival también causó controversia en algunos sectores. La presidenta de la unión griega de bares y restaurantes, Niki Kostantinidou, hizo una petición pública a los ciudadanos finlandeses y griegos para evitar que el «grupo satánicos» llegara al certamen. Sin embargo, ellos siempre han defendido que sus máscaras y sus trajes forman parte de su identidad musical y que un grupo de satanistas no escribiría canciones con títulos como «Devil Is a Loser» o «Hard rock Allelujah».

  10. 2010: Jimmy Jump arruina la actuación de Daniel Diges

    Daniel Diges vivió en Oslo un momento amargo en Eurovisión. El madrileño tuvo el honor de representar a España en 2010 con la canción «Algo pequeñito». Sin embargo, en mitad de su actuación, ocurrió algo que en ni sus peores pesadillas podría haber imaginado: un espontáneo saltó desde un lateral del escenario y boicoteó su puesta en escena.

    Se trataba de Jimmy Jump, un joven catalán experto en colarse en eventos deportivos y también grandes citas de la cultura como los Premios Goya. Con una barretina en la cabeza, el joven se colocó entre los bailarines y delante de Diges, al que se le quebró la voz al ser testigo en primera línea de lo que ocurría. Tras unos segundos de incertidumbre, tres miembros de la seguridad se plantaron sobre el escenario y redujeron al polémico personaje, mientras Diges seguía interpretando el tema.

    El español fue aplaudido por todo el pabellón y la organización le brindó la oportunidad de repetir la canción al final de la noche, esta vez ya sin Jimmy Jump. Fue la segunda persona en la historia que cantaba dos veces sin ser un ganador, 52 años después de Domenico Modugno.

  11. 2014: El «huracán» Conchita Wurst

    Ha nacido una estrella. Conchita Wurst, la «mujer barbuda» que ganó el festival de Eurovisión el año pasado en Copenhague (Dinamarca), se ha convertido en la vencedora del certamen que más repercusión mediática ha generado desde la israelí Dana International en 1998. Su año de reinado ha estado trufado de reconocimientos, halagos y una agenda con numerosos conciertos y entrevistas. «Rise like a Phoenix», el tema que le dio el triunfo, se convirtió en uno de los temás más comprados en iTunes, llegando al número tres en 14 países europeos y siendo el noveno más descargado en todo el mundo apenas días después del festival. Se ha paseado además por las alfombras rojas de Cannes o de los Globos de Oro, ha desfilado para Jean Paul Gaultier, ha cantado en el Parlamento Europeo e incluso ha sido recibida por Ban Ki-moon. Y ahora acaba de publicar su primer disco.

    Nada de esto podía imaginarse hace un año Thomas Neuwirth, la persona que se esconde tras la frondosa barba de Conchita. Un joven austriaco que participó en varios «talent shows», que intentó sin éxito triunfar en la música y que, en un golpe de ingenio, un día decidió presentarse a un concurso vestido de mujer pero sin quitarse el vello facial. Tras un primer intento en 2012, la ORF vio en su personaje un filón y no dudó en elegirlo internamente para ir a Eurovisión. Y ganó, con un estadio totalmente enloquecido por el simbolismo que despertaba su triunfo: la victoria de la igualdad. «Esta noche está dedicada a todos los que creen en un futuro de paz y libertad. Vosotros sabéis quienes sois, estamos unidos y somos imparables», dijo en una clara defensa de los derechos de los homosexuales, una causa de la cual ha hecho bandera.

    Esta semana concluye su reinado eurovisivo, pero el «huracán Conchita» no parece tener fin. Como tampoco el festival de Eurovisión.

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