De vuelta a los 50: El bolso entra en cintura

La manera de llevarlos bolsos vuelve ala actualidad con Gucci y Alberta Ferretti

Madrid Actualizado: Guardar
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Eve Maríe Saint en «Con la muerte en los talones», Tippi Hedren con su dos piezas verde en «Los pájaros» de Hitchcock, Grace Kelly durante su primer embarazo o la bellísima Audrey Hepburn de viaje. Las cuatro, musas del estilo y la elegancia, pusieron de moda a finales de los años 50 llevar el bolso a la altura de la cintura. Ahora esa moda vuelve: ni en el hombro ni en la mano, el bolso se llevará al codo, junto a la cintura.

Pocos accesorios implican la modernidad del bolso femenino: se creó como solución para llevar monedas y llaves una vez que los vestidos comenzaron a ser ceñidos, entre finales del siglo XIX y principios del XX. Los grandes bolsillos interiores bajo las enormes faldas de antaño ya no eran viables. Y el uso del bolso comenzó a ser diario con la emancipación de la mujer y su salto al mundo laboral.

Nuevos modelos, de tamaño más grande, aparecieron en el mercado. El cuero y las estructuras rígidas comenzaron a ser lo más habitual.

De mano

Los bolsos rectangulares rígidos típicos de los años 50 se llevaban a menudo junto a la cadera, más que junto a la cintura propiamente dicha. La idea era sujetarlos con el antebrazo y que fueran protagonistas del atuendo. Estos bolsos de corte estricto y tamaño mediano marcaban los estilismos austeros de la época. Después vinieron los bolsos de mano y baulettos de los años 60, que pasaron a convertirse durante los años 70 en «hobos», bolsos de tamaño grande con asa larga para colgar en el hombro. En estas últimas décadas, los bolsos estructurados para llevar al codo se consideraban excesivamente retro. Las casas de moda habían desechado sus ya casi invendibles modelos de estructura rígida, integrando otros más flexibles en sus colecciones.

Pero, voilà, en el mundo de la moda todo vuelve y ahora es el turno de estos bolsos, que tanto en Gucci como en MiuMiu, Chloé e incluso Dolce & Gabbana han protagonizado pasarelas y escaparates. Las nuevas versiones, con grafitis, apliques de flores, dibujos pintados o pedrería, llegan a estar hechas en terciopelo, lona barnizada o cueros exóticos.

Evolución a riñonera

En el desfile de Gucci para la temporada de primavera-verano 2017, se vieron bolsos de este corte, con lazos alrededor del asa y dragones metálicos en el cierre de la solapa.

Pero, por si llevar los bolsos junto a la cadera no fuese suficiente, en los desfiles de Gucci y de Alberta Ferretti de esta semana se han visto también bolsos llevados en la parte posterior de la cintura, sujetos con un arnés: vamos, «lo que viene siendo» riñoneras de gran tamaño colocadas sobre el trasero. Semejante invento no deja de ser una alternativa poco favorecedora que -eso sí- libera las manos. Teniendo en cuenta que cuando Gucci se tira a un pozo los demás le siguen detrás, está claro que el próximo verano veremos profusión de bolsos rectangulares al codo y de neorriñoneras de tamaño grande. El énfasis del bolso en la silueta estará en torno a la cintura.

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