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FOTO: ÁNGEL DE ANTONIO

La versión más personal de María Villalón, en los acústicos del Museo ABC

La artista malagueña actuó la pasada noche en los conciertos acústicos de PLAN B y contó previamente con una joven telonera, Éclaire

Madrid Actualizado: Guardar
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«Me fascinan los acústicos porque es la oportunidad de crear una sinergia fascinante con el público. Es una especie de actuación en familia que va de lo más emocional a lo más divertido». Así definía María Villalón (1989) su actuación en el Museo ABC previamente, donde adelantaba alguna de las sorpresas que veríamos: «No faltará el violín y la guitarra acompañando mi voz».

La polifacética artista abría a las 21 horas los conciertos de PLAN B, donde dio lo mejor de sí misma una vez más y tocó sus grandes éxitos haciéndo cómplices en todo momento al público asistente. Entre las canciones destacaron «Los tejados donde fuimos más que amigos» y «La lluvia», una canción que la llevó estar en lo más alto de todas las lista.

Además, la joven malagueña contó con una telonera de excepción, Éclaire, quien sorprendió al público con su personal voz, haciendo vibrar a la sala con su estilo fresco y original.

Por si esto fuera poco cóctel, el maridaje ideal para un ambiente tan musical estuvo a cargo de vinos Habla y jamón de calidad de Maestros Jamoneros, que enfatizaron los sabores de la noche. Además, Taurodelta y Mitsubishi B&M Automóviles Retail, Alcobendas, también consiguieron hacer posible que la apuesta por la cultura y el talento siga más viva que nunca.

Soñadora por naturaleza

María Villalón fue la protagonista de la noche por su derroche de voz y por su carácter entregado y divertido que sacó las carcajadas del público y las lágrimas de emoción a partes iguales.

La malagueña ha dedicado su vida a luchar por su vocación. A los 13 años comenzó a cantar por ferias, fiestas de colegios y galas benéficas. Su vida cambió con 18 años cuando ganó el concurso FACTOR X lo que le permitió grabar su primer disco Te espero aquí, que ya llevaba uno de sus grandes éxitos, Agüita de abril. «Siempre he tenido claro que mis grandes pasiones eran la música y la literatura y es una suerte poder vivir de ello. Llevo cantando la mitad de mi vida y solo tengo palabras de gratitud. Ganar Factor X fue la ayuda que necesitaba para empezar a sonar en radios y que contaran conmigo, pero desde mucho antes yo estaba luchando por mi sueño. Soñar es lo que nos mantiene vivos, no intentar cumplirlos es el verdadero fracaso», dijo.

En octubre de 2013 su carrera dio un giro definitivo. Surgió la oportunidad de escribir una novela juvenil para el sello Destino de la editorial Planeta. Y tras diez meses de trabajo diario nació El insólito viaje de una gota de lluvia, un proyecto que une música y literatura. «Estoy en una etapa dulce de mi vida, pronto sacaré una nueva novela y estoy muy contenta. Además en noviembre volvemos con la gira. Me siento una privilegiada y solo puedo decir: GRACIAS», concluyó diciendo antes de despedirse con la mejor de sus sonrisas.

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